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Frances Connolly, una mujer irlandesa de 55 años, se hizo de una fortuna de 143 millones de dólares tras ganar la lotería EuroMillions en 2019 y desde entonces se volvió “adicta” a ayudar al prójimo, donando más de la mitad del dinero.
Connolly, que se desempeñaba como trabajadora social y docente, creó dos fundaciones caritativas tras recibir el premio: una que lleva el nombre de su madre en su natal Irlanda del Norte y otra en Hartlepool, Inglaterra, donde reside, y que se dedica a apoyar a jóvenes en situación de vulnerabilidad, ancianos y refugiados.
Además, ella y su esposo se dieron el gusto de comprarse una casa de seis dormitorios con un terreno de casi 3.000 hectáreas, pero rechazó la idea de gastar dinero en lujos como yates, diciendo que al ver historias sobre gente que gasta miles de dólares en botellas de champagne la hacen pensar en cómo ese dinero podría haber ayudado a una persona joven a comprarse una casa.
En entrevista con el medio británico PA News, la filántropa admitió que ya donó más de 60 millones de libras, aunque no lleva la cuenta, y que ganar una gran suma de dinero puede cambiar la vida de una persona, pero no su personalidad.
“Si eres un estúpido antes de ganarlo, vas a ser un estúpido después. Si puedo dar un consejo a otro ganador diría que el dinero te da la libertad para ser la persona que quieres ser”, afirmó.
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