La historia de Nikki son de esas que conmueven a cualquiera. El perro callejero se metió de una alcantarilla de San Martin, Perú, en busca de comida, sacó la cabeza por un agujero y quedó atorado.
1 de septiembre de 2016 - 00:00
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SUSCRIBITELa historia de Nikki son de esas que conmueven a cualquiera. El perro callejero se metió de una alcantarilla de San Martin, Perú, en busca de comida, sacó la cabeza por un agujero y quedó atorado.
Los vecinos le dieron agua para que pueda sobrevivir al caliente sol peruano y debatieron durante varios minutos sobre cómo sacarlo. En una primera instancia probaron con una pala con la que intentaron abrir un hueco bajo su hocico. Como no lo consiguieron arrimaron una taladradora para agrandar el agujero.
Entonces es cuando el perro consigue escapar. Fue bautizado como Nikki y ahora busca un hogar.
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