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SUSCRIBITECon el tiempo, residuos de detergente, suavizante, suciedad y moho pueden acumularse en su interior, disminuyendo su eficiencia.
Limpieza de lavarropas.
PixabayDarle una limpieza interna a tu lavarropas es más fácil de lo que p'ensás y puede prolongar significativamente su vida útil. Estos consejos ayudarán a darle brillo interior y asegurar que tu ropa salga siempre impecable.
Elimina malos olores impidiendo la proliferación de moho y bacterias, lo que se traduce en olores desagradables que pueden transferirse a la ropa.
Asimismo, la acumulación de sarro y residuos reduce la capacidad de la lavadora, aumenta el consumo de energía y reduce la calidad del lavado.
En este sentido, higienizar el lavarropas previene el desgaste prematuro de los componentes internos, asegurando que su lavadora funcione correctamente durante más tiempo.
1. Limpieza del tambor:
Se puede verter dos tazas de vinagre blanco directamente en el tambor vacío de la lavadora y agrega ¼ de taza de bicarbonato de sodio al dispensador de detergente. Programe un ciclo de lavado con agua caliente y el ciclo de limpieza más completo disponible (si su lavadora tiene un ciclo de limpieza específico, úsalo).
También se puede optar por verter una taza de blanqueador con cloro en el dispensador de detergente. Es importante asegurarse de que no haya ropa en la lavadora y nunca mezcles blanqueadores con cloro con vinagre.
2. Limpieza del dispensador:
Comenzar retirando el dispensador y sumérgelo en una solución de agua caliente y vinagre durante al menos 30 minutos para aflojar los residuos acumulados.
Puede utilizar un cepillo de dientes viejo o un cepillo pequeño para fregar los rincones y eliminar cualquier residuo persistente. Enjuagar para finalizar.
3. Limpieza de la goma de la puerta:
Esta área es propensa a la acumulación de moho y suciedad. Prepare una solución de agua caliente y vinagre (o agua y blanqueador diluido, si es necesario, con precaución) y lavar usando un paño o cepillo humedecido.
4. Limpieza del filtro de drenaje:
Localizar el filtro de drenaje (generalmente en la parte inferior frontal de la lavadora, detrás de una pequeña puerta) y colocar un recipiente plano debajo para recoger el agua que pueda salir.
Finalmente aflojar y retirar el filtro para limpiarlo bajo agua corriente. Volver a colocarlo totalmente seco.
Si mantienes la puerta entreabierta una vez finalizado los lavados permitirá un mejor secado y ventilación. Es importante tampoco abusar del uso de productos de limpieza y repetir el proceso de higienización total cada tres meses.
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