Rosemary, una abuela de 63 años, sorprendió a propios y extraños al convertir su viejo auto tradicional en un vehículo eléctrico con carga solar para "escapar de la industria petrolera".
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SUSCRIBITERosemary, una abuela de 63 años, sorprendió a propios y extraños al convertir su viejo auto tradicional en un vehículo eléctrico con carga solar para "escapar de la industria petrolera".
La reconversión de su vehículo no fue nada fácil y le llevó ocho meses de arduo trabajo pero el resultado fue más que satisfactorio, ya que maneja un auto eléctrico a mitad de precio de lo que sale un coche nuevo y lograr recorrer 120 kilómetros sin necesidad de recarga.
Esta abuela oriunda de Otago, en Nueva Zelanda, anunció que fue ella, con sus propias manos, quien sacó el motor y lo sustituyó por un motor eléctrico. Además renovó la caja de cambios, instaló 56 baterías solares en el maletero y unas 24 bajo el capó.
La abuela pensó en su momento invertir sus 24 mil dólares en un auto eléctrico cero kilómetro, pero al compararlo con uno de dimensiones similares, como el Nissan Leaf, la diferencia en la inversión era demasiada.
"Me motivó a independizarme del petróleo y demostrarles que aquí no se necesitan. Supongo que debería agradecer a las compañías petroleras, como Anadarko, NZ oil and gas, Shell, OMV, Beach Energy... Todas estas son compañías a las que mi grupo Oil Free Otago y yo nos hemos opuesto durante muchos años", sentenció Rosemary.
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