Un vendedor de tortas fritas muy querido por alumnos del liceo IAVA atraviesa una situación muy delicada y por eso necesita el apoyo de todos.
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SUSCRIBITEUn vendedor de tortas fritas muy querido por alumnos del liceo IAVA atraviesa una situación muy delicada y por eso necesita el apoyo de todos.
Su hijo de 18 años necesita un trasplante de médula y la familia no cuenta con recursos para solventar el día a día esperando la intervención.
Hace varios años que Rúben llega con su carrito de tortas fritas a la puerta del centro educativo, donde es más que un vendedor ya que se había convertido en un apoyo para los estudiantes que se acercaban a él para pedirle consejos y que los escuche.
Los alumnos pusieron frases y poemas en el carrito del trabajador, que se convirtió en un emblema de la zona.
La historia de Rúben ahora tiene un amargo capítulo ya que su hijo necesita un trasplante de médula, que el mismo le va a dar, pero todo esto requiere recursos.
Mirá el video.
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