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Investigación

Siniestro de Cutcsa en playa Pocitos: esta es la conclusión de los peritos sobre el accionar del chofer

El conductor de la línea 121 que se estrelló en la Rambla de Pocitos, se sometió a estudios y prestó declaraciones en las que brindó tres versiones del suceso.

Luego de varios meses de investigación y de pericias al conductor del vehículo, los profesionales concluyeron que el hombre se durmió, según publicó el diario El País este martes.

Asimismo, se supo que el hombre dio al menos tres versiones sobre lo sucedido aquel día. Primero le dijo a los médicos que lo atendieron en el lugar del accidente que se había quedado sin frenos. Luego, cuando prestaba declaración policial aseveró no recordar nada hasta despertar en CTI.

Finalmente, en un tercer relato ante la psiquiatra que lo atendió estando internado, se refirió a pérdida de la noción “desde unos minutos antes hasta que se despertó en el sanatorio”, según anotó la profesional.

La conclusión

Ahora, y según publicó el diario El País, el Departamento Médico Criminológico del Instituto Técnico Forense (ITF), con un trabajo de los peritos Gabriel Barreiro y Álvaro Trindade, concluyó que “en el cambio de senda en el tramo final del trayecto, (el chofer) se duerme, no logrando un estado de plena vigilia al despertar”.

Según el peritaje, el hombre vio “limitada su capacidad de discernimiento y respuesta al medio ante las circunstancias acaecidas, no siendo cabalmente capaz de comprender el carácter de sus acciones”.

En el análisis de las cámaras dentro del ómnibus, los peritos hallaron consistencias con la hipótesis de fatiga y cansancio: según destaca El País, “a las 6:50 de la mañana “se refriega rostro y ojos, durmiéndose por un instante”. Más adelante, sobre las 7:15 y luego a las 7:25, se le desplomaron uno de sus brazos (una vez el derecho y otra vez el izquierdo)”.

Sin embargo, en el informe se resalta que el chofer pudo concretar con normalidad acciones como cobrar boletos o frenar el vehículo para que suban y bajen pasajeros.

En cuanto a la capacidad de reacción una vez iniciado el siniestro, “no logró obtener un estado de vigilia pleno, impidiéndole actualizar e integrar de forma adecuada los estímulos externos e internos en el campo de la conciencia”, indicaron los médicos.

El hombre no había consumido drogas ni alcohol y declaró no tener ideas de muerte. Tomaba medicación para varias enfermedades, pero ninguna es vinculada por los peritos al accidente. Además, se indicó que “no presentaba una patología mental alienante que le alterase su juicio crítico o impidiese reconocer su situación”.

En este marco, la conclusión es que el chofer se durmió en el último tramo previo al impacto y no pudo retomar la plena vigilia. Quedó “limitada su capacidad de discernimiento y respuesta” y no fue “cabalmente capaz de comprender el carácter de sus acciones”, explica el informe.

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