La Justicia condenó a dos personas por la rapiña a un local de cobranzas en Las Piedras y hay un requerido

Gutiérrez explicó que el asalto fue “específicamente planificado” por “rapiñeros profesionales” que “habían estudiado los movimientos del comercio y los horarios de cambio de personal”, así como calculado los tiempos para actuar y fugarse. Además, destacó que llevaban “armas que no eran de juguete” e incluso efectuaron un disparo.

La fiscal señaló que el vehículo en el que llegaron y abandonaron el lugar había sido rapiñado tres días antes en Montevideo, y que de los cinco participantes en el robo, cuatro ingresaron al local y el otro fuera, para garantizar el escape.

Además, detalló que dos de los delincuentes estaban vestidos de mujer.

Personal de Investigaciones de Las Piedras relevó las cámaras de videovigilancia del local de pagos, del shopping, del CCU y de las viviendas particulares que cedieron las imágenes, y mediante estas tareas, más las declaraciones de testigos y otras actuaciones, se pudo identificar a los presuntos autores.

En las últimas horas se realizaron dos allanamientos en Montevideo y uno en Canelones, en los que se detuvo a los ahora condenados, y se incautó evidencia que se suma a la investigación.

Uno de los condenados es un hombre de 35 años, con “antecedentes de larga data, por lo que se considera un primario legal”. Esta persona fue condenada como cómplice, mientras que una mujer de 25, sin antecedentes, estudiante universitaria y proveniente de una familia sin contexto de delito, fue condenada como autora.

Además, hay un tercer identificado, que está requerido por homicidio y otras rapiñas similares.

“Afortunadamente no lamentamos heridos ni fallecidos, pero estamos investigando a personas por el delito de homicidio; no podemos imaginar qué hubiera pasado si se hubieran resistido” a la rapiña, dijo la fiscal.

Un pedido a los legisladores

Gutiérrez solicitó públicamente una legislación que permita exigir documentos a la hora de adquirir chips para celulares. La fiscal dijo que ya hay una compañía que pide la cédula al momento de la venta, pero el resto no.

“La venta de chips (libres, sin registro) dificulta las investigaciones de la Fiscalía”, explicó, porque “los delincuentes los compran libremente y luego los descartan”.