La ONDA (Organización Nacional de Autobuses), una de las más importantes e histórica empresa de transporte por carretera de pasajeros del Uruguay, dejó de operar en 1991. Sin embargo, permanece marcada a fuego en los recuerdos de los uruguayos.
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SUSCRIBITEMarcelo Mederos es el propietario de esta antigüedad, el único de su tipo que está andando en la calle aún.
La ONDA (Organización Nacional de Autobuses), una de las más importantes e histórica empresa de transporte por carretera de pasajeros del Uruguay, dejó de operar en 1991. Sin embargo, permanece marcada a fuego en los recuerdos de los uruguayos.
Marcelo Mederos compró el ómnibus 313 junto con su padre, tras ahorrar durante algunos años. Tiempo después lo transformó en una casa rodante, con la que recorre varios puntos del Uruguay.
"Hicimos toda la parte mecánica, la chapa, la pintura. De a poquito, fue complicado", contó. La restauración les insumió siete años de trabajo.
En cada rincón del país que visita despierta la nostalgia de aquellos que vieron a la compañía funcionar y se emocionan al ver el antiguo ómnibus. "Desde que salimos de casa es increible la cantidad de gente que para a sacar fotos, para filmar o para escuchar el ruido del motor", agregó.
En esta ocasión está en Rocha, donde Mederos descansa junto a su familia. El ómnibus tiene todas las disposiciones y comodidades de una casa: cuarto, comedor, cocina, baño y hasta una estufa que simula ser a leña.
Marcelo vive en Montevideo. Un día contó que un hombre llegó a su casa y se paró junto al ómnibus hasta esperar que el dueño se acercara.
Cuando él lo hizo, aquella persona le contó que en ese ómnibus en 1979 conoció a su esposa. Fueron novios, se casaron y conformaron una familia.
El hombre todas las semanas viajaba desde Paysandú a Montevideo, y fue así que se encontró con su pareja desde hace más de cuatro décadas. Siempre viajaba en el asiento 1, por lo que le pidió que le regale aquel asiento y Marcelo se lo obsequió.
Aún continúan en contacto y el dueño del ómnibus los visita en Paysandú. "Están viejitos, son re cracks", contó.
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