9 de agosto de 2018 - 00:00 En febrero pasado ingresaron a la Escuela Nacional de Policía unos 500 alumnos. Todos salvaron cada una de las pruebas eliminatorias exigidas en el llamado y comenzaron el curso. Pero, a un mes de finalizar la carrera, 120 fueron dados de baja por no encontrarlos aptos para desempeñar la tarea según el equipo de psicólogos.
En entrevista con el programa Santo y Seña de Monte Carlo, los exalumnos dicen haber tenido instancias de evaluación con psicólogos de unos 10 o 15 minutos y que en muchos casos les hicieron preguntas personales que nada tienen que ver con la función policial.
Varias mujeres fueron consultadas por el tipo y color de ropa interior que usaban, a otros se les indagó sobre si estaban o no en el clearing y a varios se los consultó sobre su vida amorosa. “(El psicólogo) me preguntó si me bañaba en bóxer y me hizo cuestionamientos sobre mi sexualidad”, dijo uno de los exalumnos.
Al ser dados de baja, los exaspirantes a policías pidieron su legajo personal y académico. Fue entonces que algunos constataron que tenían aprobadas o perdidas materias que nunca habían dado. “Yo salvé una materia con nueve que nunca dí”, afirmó uno de ellos.
EXPLICACIÓN. Una de las teorías que los exalumnos manejan para explicar su repentina baja es la existencia de otro llamado paralelo en el que se tomó a 50 cadetes.
“Entraron ellos a la escuela y comenzaron nuestras bajas”, expresó Abba, una exalumna.
El Ministerio del Interior se rehusó a responder las preguntas de Santo y Seña o a conceder una entrevista, pero emitió en las últimas horas un video y un comunicado en el que recogen las declaraciones del director de la Escuela Nacional de Policía, Henry De León, y la licenciada Marìa Noel Berthet, encargada del servicio de Psicología Ocupacional de la Policía.
De León afirmó que "recién en la última etapa los alumnos obtienen la verdadera experiencia de ser policías", que es cuando salen a la calle a poner en práctica todo lo que aprendieron.
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Sin embargo, estos alumnos que hoy ya no están en la escuela manipulan más de cuatro armas de fuego y conocen los códigos policiales, entre otras cosas.
RIESGO. Para el psicólogo y licenciado en seguridad pública Robert Parrado esto puede ser muy peligroso, ya que “el conocimiento tiene valor en el ámbito delictivo”.
Por otra parte, Fabricio Ríos, secretario general del Sindicato de Funcionarios Policiales de Montevideo (Sifpom) compartió que es algo grave que los estudiantes tengan tanta información cuando no van a llegar a ser agentes policiales.
La psicóloga Berthet dijo en el comunicado que hoy el nivel de aprobación de la escuela es del 70%, cuando en 2015 era del 40%. Sin embargo, sobre por qué se dio de baja a estos 120 agentes, y cómo se explican las irregularidades en sus legajos, no hicieron comentario alguno.
Además, De León agregó en esta entrevista (realizada por el propio gabinete de comunicación ministerial) que proveen a los aspirantes a policía con todo lo necesario. Sin embargo, esta afirmación se contradice con los testimonios de quienes fueran dados de baja, que aseguran que tuvieron que costear lentes, correaje, esposas y vara, además de tener que achicar uniformes, ya que les dieron unos usados y grandes.
Por otro lado, alumnos que siguen en el curso (que dura seis meses) se grabaron utilizando picanas en ellos mismos y riendo, violando normas no solo por el uso en sí de la picana (que no forma parte del equipamiento policial) sino también la de utilizar celulares dentro de la escuela.
Los alumnos expulsados ya tenían la mitad de las materias aprobadas, incluidas la manipulación de armas de fuego y tiro.