7 de diciembre de 2023 - 10:46 La mutualista Casa de Galicia cerró tras 105 años de historia poniendo fin a una debacle que la prestadora de salud vivía desde hace al menos 20 años. La historia tiene su origen con la diáspora gallega, que empezó a instalarse en Uruguay producto de una fuerte inmigración entre finales del siglo XIX y mediados del siglo XX, y terminó rodeado de polémicas.
Galicia fue una de las principales fuentes de emigración en España, y muchas personas lo hicieron a países como Argentina y Uruguay en busca de mejores oportunidades.
La institución contaba con una sede social en la avenida 18 de Julio, que incluía el Instituto Manuel Curros Enríquez y la biblioteca Alfonso R. Castelao, además de un conjunto de policlínicos en el departamento de Montevideo
También organizaba diversas actividades culturales, en particular danza folclórica española, y tenía una sección de deportes que compitió cinco temporadas en la Asociación Uruguaya de Fútbol.
No obstante, después de un siglo de existencia, la Justicia decretó su cierre el 23 de diciembre de 2021 debido a deudas. Actualmente, la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE) se encarga de gestionar la atención médica de los antiguos pacientes de la Casa de Galicia.
La mutualista contaba con 45.000 socios y 1.300 trabajadores. Después de su cierre, un grupo de socios y su comisión de cultura formaron la Asociación Civil a Casa de Galicia Centro Histórico-Cultural, que busca mantener el acervo histórico y cultural de la ex mutual gallega y su continuidad histórica.
Asimismo, desde junio el Círculo Católico fue el prestador de salud que se hizo con el edificio central de Casa de Galicia, que tiene más de 16.000 metros cuadrados distribuidos en cinco pisos.
Sin embargo, los 15.300.000 dólares por los que se remató este edificio no llegan a cubrir ni siquiera la cuarta parte de las deudas que tenía, acumulada a lo largo de los últimos 20 años.
Pero otro inconveniente muy relevante de este suceso, tiene que ver con los trabajadores, cerca de 1.500 funcionarios que fueron relegando aguinaldos, salarios vacacionales o partes del sueldo en los últimos cuatro años.
El exministro de Salud Pública, Daniel Salinas, recordó meses atrás la situación económica "catastrófica" a la que se enfrentaron cuando se hicieron cargo de la mutualista.
"En febrero se le venció el certificado del BPS (...) al caerse el certificado es como una cascada de hechos, se cayó la entrada de dinero del Fonasa, así no se podía pagar sueldos y por lo tanto cayó el contrato de gestión, como consecuencia de ello se mantuvieron los servicios hasta el 31 de marzo y se hizo la migración el primero de abril", agregó.
Quien fuera jefe de la cartera de Salud informó que unos 150 pacientes, muchos en CTI, que estaban internados en Casa de Galicia, fueron trasladados a otras instituciones cuando se cerró la mutualista sin que ninguno falleciera.
“Era una situación de crisis sanitaria, económica y financiera", remarcó Salinas en aquel entonces, que también indicó que cuando la mutualista pidió un nuevo préstamo al gobierno debían los anteriores que les habían sido otorgados.
Actualmente el sanatorio de Sayago, que fue comprado por el Círculo Católico, tiene tres pisos habilitados, entre los que se encuentran los IMAES y 250 médicos que pertenecían a Casa de Galicia fueron reubicados, así como 21 funcionarios cada mil afiliados del sistema mutual, como se estableció por ley.
En varias instancias se ha intentado negociar tanto a nivel parlamentario, ejecutivo como también en negociación con los trabajadores afectados.
El Parlamento votó este miércoles por mantener el veto parcial contra los artículos uno, dos y tres de la ley referida a la situación de los extrabajadores de la mutualista Casa de Galicia, dispuesto por el presidente Luis Lacalle Pou.
El presidente Luis Lacalle Pou destacó razones de constitucionalidad y conveniencia para vetar parcialmente la ley, votada por el Parlamento, para cubrir las deudas con los trabajadores de la exmutualista.
En este marco, mientras en el Senado obtuvo 17 votos negativos en 29 y en la Cámara de Diputados la votación fue de 56 negativos en 97. Asimismo, las barras fueron desalojadas debido a los gritos de extrabajadores de la mutualista.
Luego del suceso, la Federación Uruguaya de la Salud (FUS) acordó un paro el miércoles, en contra del veto del Ejecutivo a la ley en cuestión.