Un hombre fue condenado en Tacuarembó a 29 años de prisión por el femicidio de su expareja, cometido en junio de 2021, cuando ambos tenían 18 años.
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SUSCRIBITEUn hombre fue condenado en Tacuarembó a 29 años de prisión por el femicidio de su expareja, cometido en junio de 2021, cuando ambos tenían 18 años.
Asimismo, "se le impusieron medidas de seguridad eliminativas por el término de 12 años -con un mínimo de ocho años-, las que regirán una vez cumplida la condena", informó al Fiscalía en un comunicado.
La Fiscalía Departamental de Tacuarembó de 1° turno, a cargo de la fiscal Marlene Canosa, obtuvo como resultado de un juicio oral la condena de un hombre por el homicidio de su expareja.
El hombre fue condenado como autor penalmente responsable de reiterados delitos de violencia doméstica especialmente agravados, en reiteración real con un delito de lesiones personales especialmente agravado, un delito continuado de desacato especialmente agravado y un delito de homicidio especialmente y muy especialmente agravado a la pena de 29 años de penitenciaría de cumplimiento efectivo, con descuento de la cautelar cumplida.
También se lo condenó al pago de 12 ingresos mensuales o 12 salarios mínimos nacionales a los representantes de la víctima, de acuerdo a lo establecido en el artículo 80 de la Ley 19.580.
El imputado y la víctima, ambos de 18 años al momento del homicidio, mantuvieron una relación de pareja que se extendió por varios meses, llegaron a convivir junto a una hija en común y a otro hijo de la joven.
La convivencia se vio interrumpida en mayo de 2021 como consecuencia de las medidas de restricción impuestas por la Justicia por una denuncia de violencia doméstica que hizo la mujer.
Pese a que permanecían vigentes las medidas de restricción, el hombre continuó concurriendo a la vivienda donde vivía su expareja.
El 30 de junio de 2021, el ahora condenado fue a la casa de su expareja y, entre las 20:00 y las 21:00 horas aproximadamente, comenzaron a discutir por celos, hecho que comenzó en la cocina de la vivienda y culminó en el dormitorio principal, donde el hombre mató a la mujer con un arma blanca.
Después del homicidio, el hombre fue al establecimiento rural donde trabajaba como peón rural, lugar donde fue hallada el arma homicida.
Allí el hombre intentó quitarse la vida, sin éxito, y luego pidió auxilio al encargado del establecimiento y a la concubina de este, a quienes les dijo que había matado a su pareja.
Por las heridas autoinferidas fue trasladado al Hospital de la ciudad de Tacuarembó, del cual fue dado de alta el 1° de julio de ese año.
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