Una máxima de la fotografía reza que una cámara buena no es sinónimo de fotos buenas, porque la calidad depende de los ojos del profesional, pero este axioma fue triturado en pedazos cuando el brasileño João Maia se convirtió en el primer fotógrafo ciego que cubre unos Juegos Paralímpicos.
16 de septiembre de 2016 - 00:00