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A sus 62 años Mario Saralegui tuvo un desafío particular: dejar las canchas de fútbol para ponerse el traje de legislador en plena interpelación a la ministra de Economía y habló luego del extenso debate parlamentario.
El técnico de fútbol de 62 años dejó claro que no está capacitado para dar una opinión técnica sobre el proceder de Arbeleche pero expresó que, según su opinión, hay temas "mucho más importantes que este".
"No digo que se pierde el tiempo, pero quizá la reunión tendría que estar tratando de mirar otras cosas. Mi principal preocupación es el empleo", agregó.
Saralegui dijo además que "vine con la idea de no hablar. Soy quinto, sexto, séptimo suplente. Agradezco la oportunidad. Quizá es la primera y última vez que vengo acá".
El entrenador llegó a la Cámara de Diputados como séptimo suplente y una serie de eventos con todos los nombres que tenía por delante le permitió asumir una banca.
Todo comenzó cuando Valentina Dos Santos, la diputada nacionalista titular por el departamento de Artigas, debió solicitar licencia por "asuntos personales".
Los primeros dos suplentes trabajan en Artigas (uno en la Intendencia y el otro es el alcalde de Bella Unión) por lo que le tocaba el cuarto lugar a Elita Volpi.
Volpi no se encontraba en Montevideo y los restantes suplentes antes de Saralegui son el hermano de la legisladora, que decidió no asumir, y una jerarca que actualmente cumple funciones en el Ministerio de Desarrollo Social. El séptimo y último nombre era, entonces, el de Mario Saralegui.
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