10 de junio de 2021 - 00:00 La llegada de la pandemia masificó el uso de internet para múltiples tareas y la vida cotidiana dio campo fértil a los delincuentes cibernéticos ya que el confinamiento y las horas extras frente a herramientas digitales le dieron más oportunidades para cometer delitos.
La cantidad de modalidades para cometer un fraude financiero es proporcional a la creatividad de estos delincuentes 2.0, que apelan a todo tipo de estratagemas para robar y chantajear a sus víctimas.
Según el BID se estima que los daños por delitos cibernéticos alcanzarán los 6 billones de dólares para 2021, lo que equivale al producto interno bruto de la tercera economía más grande del mundo.
Fraudes con tarjetas bancarias, clonación de plásticos, phishing, malware y un mal uso de contraseñas son factores fundamentales en el mundo de la ciberdelincuencia.
La economista Bárbara Mainzer dio claves específicas para protegernos de la delincuencia digital.