3 de octubre de 2018 - 00:00 En el marco de un paro de 72 horas que lleva adelante el sector, el Sindicato Anestésico Quirúgico (SAQ) denunció que sus integrantes han sido discriminados y marginados en las negociaciones llevadas adelante por el Poder Ejecutivo y el Sindicato Médico del Uruguay (SMU), y que se elevará la queja correspondiente ante la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
En un comunicado emitido en las últimas horas, luego de haber accedido al borrador de preacuerdo entre las partes mencionadas, los dirigentes del sector aseguran que este constituye una "prueba irrefutable, de que el tiempo nos ha dado la razón".
Los trabajadores indican que "entre otros aspectos perjudiciales para nuestro colectivo y el de la población", el artículo siete del documento "deja en claro que somos expresamente excluidos y se formará una comisión para diagramar nuestro trabajo, discriminando y marginando" al sector.
El sindicato señala también que esto "demuestra un claro ejemplo del intervencionismo del Poder Ejecutivo en el ámbito de la negociación colectiva" ya que a través de la "introducción en el laudo de un mecanismo sancionatorio, obliga a las empresas a modificar las condiciones de ingreso de los trabajadores bajo pena de sufrir perjuicios económicos mediante disminución de las metas que paga el Fonasa".
"Todo ello, en forma contraria a los principios de no intervención que la OIT propugnan", añaden al responsabilizar a estas partes como los "responsables" de los paros que se desarrollan así como de la "profundización de las medidas" que esto desencadenara y "que tanto perjuicio ocasiona a la población".
"El cometido del Poder Ejecutivo, con la complicidad de su brazo operador, el SMU, mediante la imposición de la política de sindicato único, no es otro que atentar contra la democracia y la pluralidad sindical, avasallando autoritariamente los derechos de los trabajadores anestésico quirúrgicos. Es así, como los cultores del pensamiento único, cercenan el estado de derecho", concluyen.
COMUNICADO COMPLETO. Como es de su conocimiento, el SAQ, Sindicato Anestésico Quirúrgico, viene llevando a cabo una serie de medidas, que incluyen la paralización de actividades de policlínica y cirugías no urgentes y no oncológicas, como respuesta a la negativa del Poder Ejecutivo y el Sindicato Médico del Uruguay, en el ámbito del Consejo de Salarios, a escuchar a los trabajadores médicos pertenecientes a este colectivo.
En este marco, venimos informando que organismos que no son los que desarrollan día a día las tareas anestésico-quirúrgicas, pretenden laudar y además marcar cómo debe ser llevada a cabo nuestra tarea como trabajadores de la salud.
Habiendo tomado conocimiento del borrador de preacuerdo a firmarse en las próximas horas, y el cual adjuntamos, es que queremos compartir con la población de nuestro país, la prueba IRREFUTABLE de que en todo este tiempo, nos ha asistido la razón, motivo por el cual la Asamblea General de SAQ resolvió por unanimidad elevar nuestra queja a la OIT.
Así, entre otros aspectos perjudiciales para nuestro colectivo y el de la población, en el artículo 7 Numeral 2 del preacuerdo, deja en claro que somos expresamente excluidos y se formará una comisión para diagramar nuestro trabajo, discriminando y marginando a los trabajadores del sector anestésico-quirúrgico, que desde ya anunciamos deteriorará la asistencia.
Por otra parte, en el Anexo, Literal E, se demuestra un claro ejemplo del intervencionismo del Poder Ejecutivo en el ámbito de la negociación colectiva entre empleadores y trabajadores de la salud, ya que a través de la introducción en el laudo de un mecanismo sancionatorio, obliga a las empresas a modificar las condiciones de ingreso de los trabajadores bajo pena de sufrir perjuicios económicos mediante disminución de las metas que paga el FONASA, todo ello, en forma contraria a los principios de no intervención que la OIT propugna.
Por tal motivo, y apelando al sentido común de nuestro pueblo, hacemos responsables directos al Poder Ejecutivo, al SMU, y a los que con su firma avalen como cómplices, tanto de los paros que se están llevando a cabo, así como de la profundización de las medidas que esta decisión desencadenará y que tanto perjuicio ocasiona a la población.
Queda claro, además, el porqué del secretismo en torno a este acuerdo que tenían proyectado firmar. El cometido del Poder Ejecutivo, con la complicidad de su brazo operador, el SMU, mediante la imposición de la política de sindicato único, no es otro que atentar contra la democracia y la pluralidad sindical, avasallando autoritariamente los derechos de los trabajadores anestésico quirúrgicos.
Es así, como los cultores del pensamiento único, cercenan el estado de derecho. Se han quitado definitivamente las caretas.