“Hoy somos gestión con resultados. Tenemos un mejor país que en 2019. Quiero continuar con este rumbo que vaya para adelante y le pido la confianza a la gente”, apuntó.
Además, pidió a los nacionalistas, “garra charrúa mezclada con militancia blanca”, que salga a “pedir la confianza” de quienes todavía decidieron su voto.
“Me daría tranquilidad que, el domingo de noche, estemos empujando la mayoría parlamentaria. Esta noche podremos decir que el país no va a estar trancado” en un próximo gobierno.
Delgado reconoció que todo indica que los partidos de la coalición votarán menos que en la elección pasada, porque todo gobierno tiene un componente de desgaste. Sin embargo, aclaró que “hicieron la campaña que querían hacer, la que se merecía el Uruguay”. Y agregó: “Faltó debate, pero no por parte nuestra”, en alusión a la negativa del frenteamplista Yamandú Orsi.
Además, volvió a hablar de “una mayoría silenciosa que está a favor de la continuidad y que no tiene balconeras” y que “se está procesando rumbo al domingo”.
El candidato y el próximo Gobierno
Álvaro Delgado, que el miércoles almorzó con el presidente Luis Lacalle Pou, señaló que habla con él “no por ser el candidato del Partido Nacional, sino por ser su amigo”, y lo definió como alguien “muy respetuoso y afectuoso”.
Consultado sobre su spot en el que señala que “no entusiasma”, aclaró que “Luis (Lacalle Pou) entusiasma” a las masas, pero que él es diferente, porque viene “con la experiencia de gobernar y con una impronta de tratar de razonar”.
“La gente, en este tipo de elecciones, en este parteaguas con el Frente Amplio que es peor que el del pasado, más que un candidato elige un presidente. Me quiero ver en ese rol y me proyecto como un buen presidente”, enfatizó.
En cuanto a liderar un nuevo gobierno de coalición, destacó que hoy hay diferencias con respecto a 2019. En aquel momento, Lacalle Pou buscó coincidencias y, después de la primera vuelta, tuvo que armar la coalición, elaborar un Compromiso por el país y generar una coalición política “que muchos decían que duraba dos meses y duró cinco años”.
Ahora, expresó, ya están gobernando juntos, y “seguramente el lunes de tarde” se reúnan para coordinar las estrategias hacia el balotaje y poner los énfasis sobre bases comunes para un Compromiso por el país 2025-2030.
Además, puntualizó que “parte de una base diferente”, y dijo que “la coalición tiene que subir un escalón en la coordinación política”.
Seguridad pública
El presidenciable dijo que la seguridad pública será prioridad del próximo gobierno. “Le vamos a poner acelerador”, prometió, y agregó que esto será posible “porque este gobierno hizo cosas”.
“Este es el primer gobierno, de 1984 para acá, que va a dejar menos delitos de los que recibió. El camino es este, aunque no estamos conformes”, dijo.
Delgado aseguró que los delitos descendieron porque “hubo respaldo político a la Policía”, y agregó que “el Frente Amplio quiere revisar el respaldo político que le dio la LUC”.
Además, destacó que toda la coalición votará a favor de los allanamientos nocturnos, “un instrumento adicional para trabajar contra el crimen organizado”.
En el mismo sentido, adelantó que se creerá un grupo especial antimafia, combinando a las Fuerzas Armadas y la Policía con otros organismos, más en tareas de información que operativas, dotarán al Ministerio del Interior de 3.500 efectivos más, se colocarán nuevas cámaras de videovigilancia, y se pondrán en funciones las patrullas oceánicas y los aviones para el control del espacio aéreo y las fronteras.
Además, se irá “contra el patrimonio del gran narco y el crimen organizado”. Pâra ello, está previsto un incremento presupuestal de entre 30 y 40 millones de dólares para todos los componentes de la seguridad, tanto en infraestructura como en personal.
El plebiscito de la seguridad social
Para Delgado, el plebiscito de la seguridad social es “irresponsable, peligroso e inconveniente”, y dijo que su impulso “demuestra la situación del Frente Amplio”. “El Partido Comunista, el Partido Socialista y parte del PIT-CNT querían derogar las AFAP desde 1996”, dijo, y apuntó que esto representaría la confiscación de 23.000 millones de dólares de 1.600.000 uruguayos.
El plebiscito, insistió, “es ideológico” y señaló que el Frente Amplio “no lo hizo antes porque tenía cortafuegos, era otro FA, más equilibrado. Vázquez y Astori eran los cortafuegos”.
Si se aprueba, sostuvo, “va a generar más déficit al BPS, que no se va a bancar con el presupuesto, habrá que subir impuestos y no se van a priorizar políticas públicas sociales”, dijo, y agregó que “además de expropiar nuestros ahorros afecta el día a día y la seguridad jurídica del país, porque perfora contratos de 29 años para atrás”.
El candidato blanco apuntó que esto traería como consecuencia la pérdida del grado inversor, el aumento del riesgo país y hará que las inversiones “se vayan o no vengan”.
Por eso, criticó al FA, señalando que “un candidato tiene que decir qué es lo que es mejor para el futuro del país” y Yamandú Orsi no fue categórico.
Además, dijo que “otro tema que preocupa” es que el FA “habló de que estaba con la teoría de nacionalizar los ahorros de las AFAP” y, en sus bases programáticas, se postula un pilar de ahorro no lucrativo. “Un sistema sin lucro tiene que ver con el manejo de parte del Estado de esos fondos previsionales”, señaló, y es “una incertidumbre más que sembró el FA”.
Impuestos y costo de vida
Delgado dijo que “hay margen para no subir impuestos” y se comprometió a no hacerlo, porque “Uruguay tiene una carga impositiva que no aguanta más”, y añadió que “si se pueden bajar, los vamos a bajar”. “Este gobierno bajó un poco el IRPF y el IASS. Este es el camino”.
Además, se refirió a una de las medidas que plantea su programa de gobierno, que es insistir en la libre importación de combustibles. No obstante, destacó que la implementación de los precios de paridad de importación fue “una solución mejor que lo que teníamos”.
“Tenemos el desafío de un Uruguay más barato para vivir y producir”, enfatizó.