15 de agosto de 2019 - 00:00 Lara o "Choppy", como lo conocían sus amigos, tenía 48 años, era padre de dos hijos y trabajaba como cuidador de una casa en la zona de Pérez Castellano. En la tarde del miércoles fue a la panadería, en General Flores y Honduras, pero al salir, quedó en medio de un intercambio de disparos y murió tras ser baleado en la espalda.
"Choppy" era fanático de Rentistas, hincha de toda la vida. De hecho, fue dirigente de las juveniles en su momento y hasta relataba partidos en una transmisión online. El club expresó en las redes sociales su consternación:
"Bronca, rabia, impotencia. es un hecho sumamente doloros, nos quitaron a nuestro socio y amigo gabriel "Choppy" Lara. Hoy el dolor nos impide decir nada más".
La vinculación de Gabriel Lara con Rentistas lo llevó a ser fanático de otros clubes representados también con el color rojo, como Argentino Juniors y el Toluca de México.
Este último equipo también se expresó en redes sociales:
"Siempre recordaremos con cariño a nuestros aficionados que dejaron el aliento para apoyarnos. Descanse en paz "Choppy" Lara", afirmó el equipo mexicano en su Twitter.
Además, Rentistas pidió a la AUF poder hacer un minuto de silencio el próximo sábado, cuando se juegue el clásico de barrio, contra Cerrito.