Verbitsky duro con Mujica y Uruguay

"La fijación de los orientales con esta banda del río Uruguay es una de las más acendradas tradiciones regionales que, de tanto en tanto, eclosiona incontenible y sale por el desagüe de las bañaderas como una inundación o con la fuerza de un exabrupto como un micrófono inadvertido", dice Verbitsky en su columna, que agrega: "Este jueves le tocó al ídolo pobre de los ricos porteños, José Mujica".

El periodista hace referencia al silencio de la presidente de Argentina, Cristina Fernández, al respecto y dice que "no tiene sentido pelearse por una chuscada de un vecino cuya escala le permite cosas que entre pares serían inadmisibles".

Uruguay es un "estado tapón, creado por la diplomacia británica del siglo XIX para impedir la conformación de un bloque poderoso que incluyera a la Argentina y el Brasil", indicó Verbitsky. También indicó que nuestro país "oscila entre las posiciones liberales de su vicepresidente Danilo Astori, quien preferiría arrojarse en brazos de Estados Unidos y desentenderse de las engorrosas negociaciones con los vecinos, las de Mujica, quien aún cree en el destino sudamericano del paisito y está dispuesto a tragarse el orgullo cada vez que sea necesario en aras de ese objetivo estratégico".

Sobre el silencio de Fernández, el periodista indicó que pueden haber "otras razones para su sensato silencio" y señala que los adjetivos "vieja" y "terca", que le adjudicó Mujica, "no le disguste(n) por completo". "Las gracias del bufón suelen tener verdades inapelables", manifestó.

"Que Cristina es terca y Kirchner era más político son datos de la realidad que no deberían ofender a nadie, más allá de lo chabacano de la expresión (…) Más aún, la terquedad es una de las virtudes que le han permitido sortear situaciones adversas ante los dirigentes con menos temple hubieran sucumbido", sostuvo Verbistky.

Para el periodista, "esa obstinación" de Fernández "fue decisiva para seguir adelante con un rumbo fijo, sin amedrentarse ni distraerse". "A veces cuesta distinguir si es mayor el odio o la envidia. En cualquier caso, no son buenos materiales para la construcción política", finalizó.