26 de agosto de 2024 - 08:59 Los rugbiers franceses Oscar Jegou y Hugo Auradou siguen en Argentina y a la espera de una nueva etapa en la causa que los tiene detenidos en la vecina orilla. Los deportistas fueron denunciados por violación en Mendoza, pero las pericias psiquiátricas a la denunciante podrían ser determinantes.
Jegou y Auradou estuvieron detenidos con prisión domiciliaria y tobillera electrónica, y tuvieron que radicarse en una casa de Mendoza, donde están acompañados por sus familiares. A mediados de agosto, la fiscalía decidió que ambos sigan imputados, pero les otorgaron la libertad.
Mientras la defensa de los imputados busca el sobreseimiento, la querella sostiene que falta “perspectiva de género” en el tratamiento del caso. Cierto es que la denunciante no se presentó el viernes a la instancia en Tribunales, aludiendo problemas de salud pero este martes será entrevistada por el área de Asesoría Pericial de Comodoro Py.
¿Podrían regresar a Francia?
Según informó Todo Noticias (TN), medio aliado de Telenoche, “con el informe sobre su perfil psicológico y psiquiátrico en la mano, la Justicia podría dictar el sobreseimiento de ambos deportistas, tal como lo pidió la defensa hace al menos dos semanas. En cambio, los acusados podrían ser procesados y llevados a juicio”.
En este marco, los estudios sobre la estructura psíquica de los rugbiers, que sí fueron estudiados, fueron “favorables”, ya que no presentaron “trastornos en la faz sexual” ni “impulsividad”.
Un relato cuestionado
Asimismo, los fiscales a cargo de la investigación, Darío Nora y Daniela Chaler, entienden que hay dudas en el relato de la denunciante: “Hubo contradicciones en cuanto a la mecánica del hecho y a la existencia del consentimiento”, y que hasta el momento “no hay méritos para una prisión preventiva”.
Además constataron discrepancias en el relato de la denunciante, entre otras, sobre “el motivo o la intención perseguida por la propia denunciante al acceder a ir al hotel, y una vez en el mismo la dinámica exteriorizada en forma previa al ingreso a la habitación”, y “la secuencia témporo-fáctica de los abusos sexuales denunciados”.
A su vez, consideraron “la conducta observada por la denunciante al momento de salir de la habitación y hacer abandono del hotel” y “el tono jocoso que caracteriza el inicio de la conversación con su amiga en horas de la tarde del día de los hechos denunciados”.
La querellante dijo en audios: “Tremendo el pendejito. Un chabón re enamoradizo, tremendo el morocho, hermoso, unos ojos". Además, la evaluación médica forense presentó resultados que no coincidían con la gravedad de las agresiones inicialmente descritas por la mujer.