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El rescate de once niños, de entre uno y quince años, en un campamento ubicado en medio del desierto en el estado de Nuevo México, en Estados Unidos, generó estupor en las redes sociales, así como en las autoridades.
En el lugar, la Policía detuvo a dos hombres, que estaban fuertemente armados. "Encontramos a los niños en las condiciones de vida y de pobreza más tristes que he visto", señaló uno de los policías que participó del operativo.
La investigación comenzó en el año 2017 en Georgia, donde uno de los detenidos, Siraj Wahhaj, fue acusado de secuestrar a su hijo, quien no estaba en el campamento.
BÚSQUEDA. El 2 de agosto, el sheriff del condado de Taos emitió una orden de búsqueda que describía "un complejo improvisado rodeado de neumáticos y tierra" donde se creía que estaban Wahhaj y Lucas Morten, otro hombre sospechoso del secuestro.
El FBI había proporcionado información y vigilancia en el lugar, pero "no creía que hubiera motivos suficientes para ingresar en la propiedad", según el sheriff. "Todo eso cambió cuando un detective de Georgia nos transmitió un mensaje que razonablemente creímos que venía de alguien que se hallaba en el complejo: el mensaje simplemente decía 'estamos hambrientos y necesitamos comida y agua", explicó.
El oficial describió que la operación fue muy planificada, porque les había llegado información de que "los ocupantes probablemente estaban fuertemente armados y eran considerados islamistas radicales".
En la mañana del 3 de agosto, más de diez oficiales ingresaron en el lugar, donde descubrieron a los dos hombres con un rifle AR-15, cinco cargadores de 30 cartuchos y cuatro pistolas cargadas, incluida una en el bolsillo de Wahhaj.
La policía encontró más municiones en el escondite, al que describió como "un pequeño remolque de viaje enterrado en el suelo, cubierto de plástico, sin agua, tuberías ni electricidad". "La única comida que vimos fueron unas pocas papas y una caja de arroz en el tráiler", señaló.
"Lo más sorprendente y desgarrador fue cuando el equipo localizó a un total de cinco adultos y once niños que parecían refugiados de países del tercer mundo".
"No solo no tenían comida ni agua fresca, sino tampoco zapatos, carecían de higiene personal y básicamente se vestían con trapos sucios", indicó.
Morten fue acusado de albergar a un fugitivo y Wahhaj de secuestro de menores, y además se encontraron a tres mujeres que se cree que son familiares de los pequeños.
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