13 de abril de 2013 - 00:00 "Tres balas fueron disparadas", así comenzaba el teletipo que escribió el 22 de noviembre de 1963 el periodista Merriman Smith, el primero en contar al mundo que el entonces presidente de Estados Unidos, John Fitzgerald Kennedy, había sido asesinado.
Y así también se titula la exposición que desde este fin de semana y hasta el próximo enero ofrece el "Newseum" de Washington, el museo interactivo del periodismo, en conmemoración del 50 aniversario del fallecimiento del mandatario.
Se trata de una muestra que recoge algunos objetos nunca exhibidos relacionados con el día del asesinato.
La camisa, la chaqueta y parte de la documentación que llevaba aquel día el supuesto asesino de JFK, Lee Harvey Oswald, son parte de la exposición, que además hace un recorrido sobre el tratamiento informativo del suceso desde que la familia Kennedy viajó a Dallas (Texas) hasta las exequias realizadas en su memoria.
"Esa es la misma camisa que tenía puesta. Y esta chaqueta fue encontrada en unos arbustos y se dice que se la quitó después de disparar para que no le reconocieran. Y además tenemos su billetera, su tarjeta de identidad, las fotos de su esposa, de su bebé y la tarjeta de la biblioteca", explicó a Efe Indira Williams, directora de Recursos Visuales del museo, paseando por la exposición.
Y es que el asesinato de JFK marcó un antes y un después en la historia del país, pero también en la historia del periodismo: aquel 22 de noviembre se filmó por primera vez el asesinato de un presidente de Estados Unidos.
Aquel día decenas de periodistas siguieron a la familia presidencial para cubrir su viaje, pero ninguno de ellos fue, sin embargo, el que captó la imagen en la que Kennedy caía abatido dentro del coche descubierto en el que viajaba con su esposa Jacqueline.
Como relata la exposición, Richard Stolley, entonces editor de la revista Life, llegó cuatro horas después del asesinato de Kennedy a la ciudad, y se enteró, al hablar con los vecinos del barrio donde ocurrieron los disparos, que uno de ellos había grabado con su cámara el desfile y había capturado el momento.
"Él sabía que el apellido de aquel vecino era algo como "Zapruder", pero no estaba seguro. Así que se pasó durante horas buscando en la guía telefónica apellidos que sonaran así. Y al final lo encontró", cuenta Williams.
Abraham Zapruder, que lejos de ser periodista era modisto, vendió el famoso vídeo a Stolley por 50.000 dólares, unas imágenes que darían la vuelta al mundo y que se filmaron con una cámara Bell & Howell que hoy se puede ver en la exposición.
Estos y otros episodios de la cobertura informativa del asesinato de Kennedy completan esta exposición que el "Newseum" ha elaborado junto a otra de carácter exclusivamente fotográfico sobre la labor del que fuera el primer fotógrafo presidencial, Jacques Lowe, quien empezó con un joven JFK cuando era senador.
La segunda exhibición, titulada "Creando Camelot", alberga 70 imágenes de la familia Kennedy cuyos negativos fueron destruidos en los atentados del 11 de septiembre, ya que Lowe los guardó en una caja fuerte de un banco situado en una de las torres del World Trade Center de Nueva York.
"Gracias a la tecnología pudimos rescatar las imágenes de las hojas de trabajo que aún permanecían en la oficina de Lowe -explica Williams-. Pero son documentos únicos que van desde un Kennedy desconocido al que nadie seguía en los aeropuertos cuando se presentó a las primarias, hasta imágenes tiernas de su hija en el despacho oval".
El fotógrafo, que fue el único en tener acceso a momentos clave de la vida de Kennedy y para el devenir del país, dejó su ocupación a los seis meses de mandato del presidente, ya que "su trabajo pasó de ser intenso a ser trabajo más de oficina".
Además del repaso al asesinato de JFK y de un recorrido por su vida política más desconocida antes de llegar a la Casa Blanca, y en los primeros meses de gobierno, el homenaje del "Newseum" al 50 aniversario de su muerte se completa con el film "Un millar de días", en el que se recorre la vida familiar de los Kennedy durante su periodo en la Casa Blanca. EFE