16 de julio de 2021 - 00:00 La vicepresidenta argentina, Cristina Kirchner, reclamó el viernes la nulidad de la causa en su contra por presunto encubrimiento de líderes iraníes, acusados por el atentado contra la mutual judía AMIA, al calificarla de "un disparate, un escándalo judicial y político".
"La acusación fue obra de un instrumento de persecución a los opositores políticos al gobierno de Mauricio Macri (2015-2019)", afirmó Kirchner, de 68 años, en una audiencia en forma remota ante el tribunal que la juzga.
La audiencia se realizó justo después de que la comunidad judía hiciera un acto virtual en homenaje a las víctimas del atentado, cuyo 27º aniversario se cumplirá el domingo.
La causa contra Kirchner y varios de sus funcionarios cuando era presidenta (2007-2015) fue abierta por haber impulsado la aprobación en el Congreso de un Memorándum con Irán para poder interrogar fuera de Argentina a los imputados por el ataque con bomba contra la AMIA en Buenos Aires en 1994, que dejó 85 muertos y 300 heridos.
"Este causa es un escándalo monumental. Dos de los jueces que me juzgan no son imparciales. (Mariano) Borinsky visitó a Macri 15 veces en la residencia presidencial y (Gustavo) Hornos, seis veces en la Casa de Gobierno", dijo la mandataria.
La titular del Senado señaló a los magistrados como "miembros de una mesa judicial de persecución a opositores".
Kirchner ha sido sobreseída en varias causas por presunta corrupción durante sus dos periodos presidenciales (2007-2015), pero aún está procesada en un total de siete.
El ataque de 1994 fue atribuido a gobernantes iraníes, encabezados por el entonces presidente Ali Rafsanjani.
"El Memorándum jamás entró en vigencia porque el parlamento iraní nunca lo aprobó", dijo Kirchner.
La acusación en su contra fue planteada por el fiscal Alberto Nisman, quien fue hallado muerto en 2015 en el baño de su apartamento con un tiro en la sien, un caso que conmocionó al país.
El atentado a la AMIA fue el segundo contra la colectividad judía argentina, la más numerosa de Latinoamérica, después del perpetrado en 1992 contra la embajada de Israel, con saldo de 29 muertos y 200 heridos. Ambos ataques están aún impunes. AFP