27 de mayo de 2025 - 19:22 El juicio por la muerte del exfutbolista argentino Diego Maradona quedó en el centro de una fuerte controversia judicial luego de que la jueza Julieta Makintach decidiera apartarse del proceso, tras la difusión de imágenes en las que aparece como protagonista de un documental vinculado al caso.
Makintach integraba el tribunal de San Isidro, en la provincia de Buenos Aires, que desde el 11 de marzo lleva adelante el juicio por presunto homicidio con dolo eventual contra siete profesionales de la salud, acusados por la muerte del ídolo el 25 de noviembre de 2020, a los 60 años. El fallecimiento ocurrió mientras Maradona cumplía una internación domiciliaria por una cirugía neurológica.
El martes, el fiscal Patricio Ferrari presentó durante una audiencia imágenes del material audiovisual que mostraban a la jueza en distintas tomas, incluso declarando frente a la cámara: "No me imagino haciendo otra cosa (que ser jueza)". Las grabaciones no habrían sido autorizadas por las partes ni por el tribunal, y se realizaron cuando ya no se permitía el ingreso de cámaras, a partir de la segunda audiencia.
Pese a la polémica, Makintach rechazó haber actuado de forma irregular. "No hay irregularidad, delito o causal de mal desempeño", afirmó. No obstante, la difusión de los videos generó una ola de recusaciones de parte de defensores y abogados querellantes, entre ellos Fernando Burlando, quien representa a Dalma y Gianinna Maradona. Burlando también anunció que solicitará un juicio político contra la magistrada.
En paralelo, la prensa argentina bautizó a Makintach como "la jueza de dios", un apodo que circuló tras la difusión del material audiovisual. La jueza negó que se tratara de un documental, mientras que una de las personas implicadas en las grabaciones declaró ante la fiscalía que se trataba de una entrevista “en su rol de jueza y mujer”.
El escándalo puso en riesgo la validez de las 20 audiencias ya celebradas y los más de 40 testimonios recogidos hasta el momento. El juicio había tomado un giro el pasado 15 de mayo cuando una de las defensas solicitó la recusación de Makintach por presunta parcialidad.
La renuncia de la jueza fue presentada este martes. Sus dos colegas en el tribunal deberán decidir ahora cómo proseguir con el juicio. En caso de hallarse culpables, los siete imputados podrían enfrentar penas de entre 8 y 25 años de prisión.
La policía argentina allanó seis domicilios el jueves anterior como parte de la investigación iniciada tras la denuncia de los abogados Burlando y Mario Baudry. Una octava acusada será juzgada en un proceso separado.