1 de febrero de 2017 - 00:00 Centenares de personas se manifestaron esta tarde frente a la Asamblea Legislativa del estado de Río de Janeiro (Alerj) en contra de los recortes previstos por el gobierno regional, en una marcha que finalizó con un autobús incendiado en el centro de la ciudad carioca.
La protesta se hizo el mismo día en el que volvía la actividad laboral a la asamblea tras el receso veraniego.
Los manifestantes se concentraron frente al Palacio de Tiradentes, que alberga la Alerj, lo que obligó a la policía a cortar la avenida que discurre en frente del mismo y convirtió las zonas aledañas en un campo de batalla.
Se trata de la primera protesta este año en contra de los recortes que propone el gobernador, Luis Fernando Pezao, tras las realizadas en noviembre y diciembre pasado en contra de las medidas de austeridad.
El pasado mes de junio, antes de organizar los Juegos Olímpicos, el gobierno de Río de Janeiro decretó el estado de "calamidad pública" en sus finanzas debido a la imposibilidad de cumplir con los compromisos económicos.
Tras unos discursos en contra del que denominan 'paquete de maldad', los manifestantes derribaron las vallas que rodeaban el Palacio de Tiradentes, lo que supuso el comienzo del enfrentamiento con la policía, que atacó con gases lacrimógenos y pelotas de goma, según el diario local 'O Globo'.
Con un camión blindado apostado en el lateral del edificio, la policía evitó que el conflicto se desarrollara en la puerta del mismo, con lo que las protestas se trasladaron también hacia las calles aledañas.
Alrededor de dos horas después del comienzo de las protestas, un autobús fue incendiado a unos 400 metros del Palacio de Tiradentes, fuera del núcleo de la manifestación, de la que se desconocen hasta el momento si hay detenidos y heridos. EFE