Un hospital en Dinamarca rompió sus propias reglas para cumplir el deseo de un paciente al que le quedaban pocas horas de vida.
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SUSCRIBITEUn hospital en Dinamarca rompió sus propias reglas para cumplir el deseo de un paciente al que le quedaban pocas horas de vida.
Carsten Flemming Hansen sufrió una ruptura de aneurisma de aorta y, como estaba demasiado enfermo para someterse a una cirugía, su vida tenía las horas contadas.
Su mayor deseo, dijo, era un cigarrillo mentolado y una copa de vino blanco. Su familia y el personal del centro de salud coincidieron en que eso era más importante en ese momento que el tratamiento.
Así que llevaron su cama hasta un balcón, “donde pudo disfrutar del cigarrillo, la copa fresca y la hermosa puesta de sol con su familia”.
El hospital publicó en su página de Facebook la foto de este momento el pasado viernes y desde ese entonces la historia se ha compartido unas 4.500 veces.
La revista Verne del diario El País de España contactó a la dirección del centro de salud y aseguraron que no es la primera vez que atienden una petición especial de un paciente terminal.
“Las necesidades de los pacientes siempre son lo primero y no podemos poner eso en una fórmula”, comentaron y explicaron que decidieron subir la foto, con permiso de la familia, porque “hay muchas historias acerca de lo terrible que puede ser morir de un aneurisma de aorta” y porque “queríamos abolir tabús sobre la muerte”. Es importante, aseguran, “proporcionar una muerte digna”.
Flemming Hansen murió el fin de semana.
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