25 de octubre de 2012 - 00:00
Todo parece indicar que los hechos de violencia ocurridos en el Marconi apuntan a un capítulo más en esta nueva práctica de ajustes de cuenta que suceden en Uruguay.
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SUSCRIBITEEntre narcos
Lo que antes era inimaginable para nuestro país, hoy es moneda corriente. Los hechos de violencia relacionados al narcotráfico cada vez se parecen más a los vistos en países como Colombia o México, con presencia de sicarios y cadenas de cómplices que guardan silencio a cambio de dinero.
Aparentemente una sanción puesta a un importante narcotráficante preso en el Penal de Libertad generó respuesta fuera de la cárcel, según publica el diario La República. “A mí no me sanciona nadie, soy el dueño de la cárcel, del Casabó y la calle ”, dijo el carcelario a una funcionaria policial con la que tuvo un incidente. El narcotráficante amenazó a la mujer policía, así como a altos funcionarios de gobierno.
Estos hechos habrían ocasionado una rebelión en plena calle donde el escenario fue el barrio Marconi, zona controlada por este conocido narco. Pero esto no quedó allí, si no que un asesinato registrado hace unos días atrás en al Cerrito de la Victoria parecería que guarda relación con los hechos y que demuestra la existencia de un choque de bandas de narcotráficantes que se disputan el mercado.
El hombre fue ejecutado en su propia casa, frente a la presencia de sus hijos y su esposa embarazada. Los asesinos huyeron y las versiones indican que éste pertenecía a la banda del narcotráficante preso y que movía droga en el Marconi. La Policía investiga este hecho, así como a un hombre que aparentemente paga las facturas de varios vecinos en dicho barrio.
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