1 de septiembre de 2016 - 00:00 El canciller Rodolfo Nin Novoa asistió este jueves al Parlamento y en Comisión se refirió a la destitución de la ahora ex presidenta Dilma Rousseff, indicando que pese a la simpatía con el pasado gobierno, "las relaciones con Brasil deben continuar y el presidente ahora es Michel Temer".
El senador Carlos Baráibar informó que Nin aseguró que las declaraciones de figuras políticas del Frente Amplio respecto a un golpe de Estado "son a título personal de quienes las emiten" y que corresponde al Ejecutivo y a Cancillería emitir opiniones oficiales sobre temas internacionales.
En la mañana del jueves, el gobierno uruguayo emitió un comunicado en el que catalogó lo ocurrido en el vecino país como “una profunda injusticia”. “Uruguay aspira a que en el marco de la institucionalidad democrática, el pueblo brasileño alcance sus objetivos de estabilidad y desarrollo. Más allá de la legalidad invocada, el gobierno uruguayo considera una profunda injusticia dicha destitución”, afirmó el comunicado.
El gobierno, que aseguró haber seguido con atención los procesos políticos y jurisdiccionales de Brasil, destacó el rol de la presidenta Rousseff en “fortalecer la histórica relación bilateral, que permitió alcanzar una alianza estratégica que ha redundado en beneficio de ambos pueblos”.
Tras conocerse la decisión del Senado brasileño, la región y los actores políticos uruguayos se dividieron entre los que rechazaron la medida contra Rousseff y los que como Argentina y EE.UU. dijeron que respetan las instituciones brasileñas y expresaron su deseo de seguir trabajando con el gobierno del ya presidente brasileño, Michel Temer.
Venezuela decidió "retirar definitivamente" a su embajador en Brasil y congeló "las relaciones políticas y diplomáticas con el gobierno surgido de este golpe parlamentario". En el mismo sentido, Ecuador llamó a consultas al encargado de negocios de su embajada en Brasil y su presidente Rafael Correa afirmó que la destitución de Rousseff es una "apología" al abuso y la traición que recuerda las "horas más oscuras de nuestra América".
El mandatario de Bolivia, Evo Morales, por su parte, convocó a su embajador en Brasilia y condenó "el golpe parlamentario contra la democracia brasileña. Acompañamos a Dilma, Lula y su pueblo en esta hora difícil".
OPINIÓN EN URUGUAY. El Pit-Cnt y varios legisladores del Frente Amplio, entre ellos el expresidente José Mujica, participaron ayer de un acto en apoyo a Dilma y "en contra del golpe de Estado". Mujica que fue el principal orador condenó el "golpe de Estado" y dijo que "ve a Temer manchado". "Jamás aceptaron la realidad política de sufrir una derrota y ni prepararon su partido para la próxima contienda", sino que "escupieron la cancha de la democracia", dijo.
Desde la oposición, el senador nacionalista Luis Alberto Heber lamentó lo que está pasando dado que "afecta los intereses de Uruguay" y añadió que "parece que de un tiempo a esta parte es parte de la tradición brasileña". "Antes no se decía que era golpe de Estado, ahora sí", ironizó.
Al respecto, el ex canciller nacionalista Sergio Abreu dijo a Telenoche que "más allá de decir golpe de Estado o no, lo importante es que se cumplió con la Constitución brasileña y que Uruguay no puede intervenir en los asuntos de Brasil". "Tenemos que plantear relaciones de Estado a Estado y de gobierno a gobierno como parte de defensa del interés nacional", enfatizó.
Pablo Mieres, desde el Partido Independiente, expresó que "genera un sentimiento amargo porque siempre es malo que haya una crisis institucional en cualquier país". No obstante, recalcó que "no es un golpe de Estado, sino un procedimiento dentro de la Constitución". Asimismo, advirtió que "todo el sistema político brasileño está sospechado de corrupcion entonces no es que se van los malos y vienen los buenos".
El colorado Pedro Bordaberry también consideró que "no son buenas estas cosas, pero están dentro de la Constitución". "Es lástima que una presidenta haga esas cosas y termine removida", finalizó.