2 de abril de 2013 - 00:00 En el último suspiro, cuando ya soñaba con el triunfo, el Barcelona dejó escapar la victoria en el Parque de los Príncipes ante el París Saint-Germain (2-2), aunque se llevó de Francia un esperanzador resultado que le acerca a las semifinales de la Liga de Campeones por sexta edición consecutiva. El Bayern, en tanto, liderado por el francés Frank Ribery, puso un pie entre los cuatro mejores por su mayor empeño ante el Juventus, que saboreó una derrota después de dieciocho partidos consecutivos invicto en competiciones europeas.
El tanto logrado por Blaise Matuidi del PSG en el último minuto del descuento de la segunda mitad, en un disparo que tocó en Marc Bartra y pilló a Víctor Valdés a contrapié, equilibró un encuentro que también estuvo igualado en su desarrollo, pero que la mayor eficacia de los catalanes había decantado de su lado hasta ese momento.
El resultado es favorable al Barça, pero el empate sabe a poco por la forma en que se concedió y, sobre todo, mantienen las esperanzas del PSG de poder lograr la clasificación en una semana en el Camp Nou.
Bajo la atenta mirada de Tito Vilanova desde el banquillo, el Barcelona se adelantó en dos ocasiones en el marcador, por obra de Messi (38) y de Xavi de penalti (89), pero que los parisienses igualaron por mediación de Ibrahimovic (80), en claro fuera de juego, y Matuidi en el 94.
El tanto preserva la condición de invicto del PSG en su estadio en competición europea, que dura 6 años y que acumula ya 24 encuentros.
Messi se retiró en el descanso lesionado y será sometido a pruebas para conocer el alcance de su lesión.
Le dio un repaso
El Bayern se aproxima a su segunda semifinal seguida y la tercera en cuatro años. Es uno de los grandes aspirantes al título, que se le escapó por poco en 2012.
Estimulado por su excelente trayecto en la Bundesliga, reciente aún la histórica goleada frente al Hamburgo (9-2) y sin el español Javi Martínez, sancionado, pero con el oxígeno de Bastian Schweinsteiger, impuso su autoridad frente al Juventus.
La estrategia del cuadro italiano se arruinó a los 25 segundos, cuando un lanzamiento lejano, más allá de la media luna, del austríaco David Alaba, que desvió un defensa, sorprendió al meta Gianluigi Buffon.
En contra de lo esperado, reaccionó bien el cuadro de Antonio Conte, que se hizo con el balón en los minutos siguientes. Una falta lanzada por Andrea Pirlo y un disparo del chileno Arturo Vidal pusieron en órbita a los italianos.
Con el ingreso de Arjen Robben, que revolucionó el juego del equipo alemán, el Bayern vivió sus mejores minutos.
Pero Robben suele afear su verticalidad con un individualismo y una precipitación que en pocas ocasiones es rentable. El cuadro de Jupp Heynckes se volcó sobre el área de Buffon llevado por el furor del atacante 'orange'. Y pudo sentenciar casi la eliminatoria.
El inminente campeón alemán apretó el acelerador y el descanso fue lo mejor para el Juventus, que se tambaleaba en cada azote germano.
Hasta que llegó el segundo tanto, que nació de un disparo lejano del brasileño Luiz Gustavo que no atajó el meta italiano. El rechace le llegó a Mandzukic, que pasó el balón a Thomas Muller y éste marcó con el arco vacío.