7 de abril de 2017 - 00:00 Estados Unidos lanzó en la noche del jueves un ataque por sorpresa contra el régimen sirio. Fueron 59 misiles Tomahawk que alcanzaron la base aérea de Shayrat (Homs) en represalia por el bombardeo con armas químicas que el martes acabó con 86 muertos, 30 de ellos niños.
La decisión, una opción rechazada hasta hace pocos días por el presidente Donald Trump, supone un giro radical en la política de Washington en Siria y abre una posible vía de conflicto con Moscú, principal valedor del régimen.
Siria asegura que en el bombardeo muerieron al menos nueve civiles, entre ellos cuatro niños, y otros siete resultaron heridos. Según informó la agencia oficial SANA, las víctimas civiles se encontraban en los pueblos de Al Hamrat, Al Shayrat y Al Manzul, situados en los alrededores de la base área de Shayrat.
SANA agregó que el ataque causó también una gran destrucción en las viviendas de esos pueblos de la provincia de Homs.
En Al Shayrat cayeron dos misiles Tomahawk que provocaron la muerte a cinco civiles, entre ellos tres niños, mientras que en Al Hamrat, murieron otras cuatro personas, entre ellos un menor, por el impacto de un misil.
En la localidad de Al Manzul, ubicada a cuatro kilómetros de la base aérea, resultaron heridas siete personas.
El Ejército sirio confirmó que seis militares murieron en el ataque, pero el Observatorio Sirio de Derechos Humanos elevó la cifra de víctimas militares a siete, incluyendo un comandante.
La base aérea de Shayrat se encuentra a 25 kilómetros al sureste de la ciudad de Homs y, según el Observatorio, es la segunda más importante de la aviación siria.
Según Estados Unidos y el Observatorio, esa base fue el punto desde donde despegaron los aviones que bombardearon la localidad de Jan Shijún el pasado martes cuando murieron al menos 70 personas murieron y más de 300 resultaron heridas.
La oposición siria y varios países, entre ellos EEUU, Francia y el Reino Unido, acusaron al gobierno de Bachar al Asad de haber usado armas químicas en el ataque.
Sin embargo, las autoridades de Damasco reconocieron que llevaron a cabo el bombardeo contra Jan Shijún, pero negaron de manera categórica el uso de armas químicas.
REACCIONES. La Unión Europea (UE) fue informada del bombardeo y aseguró que entiende que fue una circunstancia para evitar más ataques como el supuesto bombardeo del régimen de Bachar Al Asad.
Estados Unidos informó a la UE de que bombardearía una base aérea como represalia.
El presidente ruso, Vladímir Putin, en tanto, convocó a su Consejo de Seguridad pero el gobierno adelantó que una acción así solo beneficia a las organizaciones yihadistas que actúan en territorio sirio.
Las fuerzas armadas rusas, agregó, seguirán prestando apoyo al Ejército del régimen sirio "para ayudarles en su lucha con los terroristas".
Irán condenó enérgicamente el bombardeo y el portavoz del Ministerio iraní de Asuntos Exteriores, Bahram Qasemí, dijo que Teherán consideró "peligroso, destructivo y una violación de los principios de la ley internacional perentoria" el uso de esta excusa para tomar medidas unilaterales.