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SUSCRIBITEEl Tribunal Supremo de Brasil concluyó una nueva fase del llamado "juicio del siglo" y halló culpables de corrupción pasiva a diez parlamentarios, de quienes consideró que fueron sobornados durante el Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva.
El fallo, declarado con una clara mayoría que se consolidó hoy, alcanza a tres antiguos dirigentes del Partido Progresista (PP), tres del Partido Laborista Brasileño (PDT) y uno del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB).
También a otros tres del Partido Liberal (PL), extinto en 2006 y desde entonces convertido en Partido de la República (PR), que como las otras tres formaciones forma parte de la coalición que respalda la gestión de la actual presidenta brasileña, Dilma Rousseff, quien la heredó de Lula al asumir el 1 de enero del 2011.
La decisión del Supremo reafirma la tesis de la acusación, en el sentido de que el Partido de los Trabajadores (PT), que llevó a Lula al poder en las elecciones de 2002, "compró" la fidelidad de esas cuatro formaciones en el Congreso, mediante una red de corrupción que se alimentó de dinero público.
Según el magistrado Celso de Mello, uno de los diez miembros de la corte, entre 2003 y 2005 se registró en Brasil "un verdadero asalto a la administración pública", en el que participaron los diez políticos condenados y el gobernante PT.
La denuncia, en opinión de Celso de Mello, comprobó "eventos delictivos impregnados de extrema gravedad e imputó a los reos por acciones moralmente inescrupulosas y penalmente ilícitas, combinadas a partir de un proyecto criminal por ellos concebido y ejecutado".
Los condenados por el PP son Pedro Correa, Joao Claudio Genu y Pedro Henry, mientras que los hallados culpables por el PL son el expresidente del partido, Valdemar Costa Neto, y los exdirigentes Jacinto Lamas y Carlos Alberto Rodrigues.
Por el PTB, fueron condenados el expresidente y exdiputado Roberto Jefferson, quien denunció las corruptelas a mediados de 2005, y los exdirigentes Romeu Queiroz y Emerson Palmieri.
El único acusado del PMDB, José Borba, también fue declarado culpable de corrupción pasiva por el Supremo, que a su vez exculpó por ese mismo cargo al exdirigente del PL Antonio Lamas.
Algunos de estos diez reos también fueron hallados culpables de lavado de dinero y asociación ilícita, lo cual agravará las penas que les serán impuestas cuando acabe todo el proceso, que tiene un total de 37 acusados.
Asimismo, en este capítulo, la corte declaró culpables de lavado de dinero a Enivaldo Quadrado y Breno Fischberg, dueños de la firma financiera Bonus Vanval, por la que pasaron muchos de los recursos desviados de la Cámara de Diputados y del estatal Banco do Brasil.
Además de los diez políticos y los dos empresarios, el Supremo ya ha condenado por diversos delitos de corrupción a otros diez de los 37 acusados, con lo que el número de reos declarados culpables llega ya a 22.
Concluido este nuevo capítulo, que se refería a sobornos en la Cámara de Diputados, el Supremo se abocará a partir del miércoles a la fase de más alto voltaje político del proceso, que implica a tres exdirigentes del PT acusados de corrupción activa y otros delitos.
Se trata del exministro José Dirceu, uno de los hombres más poderosos durante los dos primeros años de Lula en el Gobierno, el expresidente del PT José Genoino y el entonces tesorero Delubio Soares.
EFE
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