Un hombre de 59 años y actualmente viviendo en la calle confesó un homicidio cometido en 1983 con tal de ser detenido, condenado y pasar sus últimos años en prisión para dejar de vivir a la intemperie.
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SUSCRIBITEUn hombre de 59 años y actualmente viviendo en la calle confesó un homicidio cometido en 1983 con tal de ser detenido, condenado y pasar sus últimos años en prisión para dejar de vivir a la intemperie.
Todo ocurrió en Londres cuando Anthony Kemp tenía 21 años y asesinó a Christopher Ainscough de un golpe en la cabeza.
Kemp, actualmente de 59 años y viviendo en situación de calle, confesó el crimen ante las autoridades policiales.
Según el medio Kilburn Times el sospechoso dijo que "prefiero pasar los últimos años de mi vida en la cárcel que dormir en la calle".
La investigación policial del crimen terminó dos años después de encontrar el cadáver de Ainscough sin sospechosos. Unos 38 años después la investigación volvió a abrirse tras la confesión de Kemp.
"No voy a vivir en las calles, eso es un hecho. Prefiero que el Gobierno me cuide", sostuvo el sospechoso, quien cuenta en su prontuario con varios antecedentes penales.
Kemp fue condenado a cadena perpetua con la obligación de cumplir al menos 15 años y medio en la cárcel antes de poder ser considerado para beneficiarse de una posible libertad condicional según informó RT.
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