30 de abril de 2013 - 00:00 La Comisión de Ética de la FIFA ha cerrado el caso ISL, que investigó el pago de cantidades a exdirectivos de este organismo, sin necesidad de incoar procedimientos contra otros funcionarios del fútbol, después de que el brasileño Joao Havelange y el paraguayo Nicolás Leoz hayan presentado su dimisión.
El informe de la Comisión, firmado por el presidente del órgano de decisión, Hans-Joachim Eckert, da por cerrado el caso y confirma en sus conclusiones que Joao Havelange, expresidente de FIFA y presidente honorario, dimitió el pasado 18 de abril y que Nicolás Leoz también lo hizo como miembro del Comité Ejecutivo de la FIFA, de las comisiones permanentes y como presidente de la CONMEBOL el día 24, "de modo que resultan superfluas otras medidas o propuestas".
"No es necesario incoar otros procedimientos en el caso ISL contra otros funcionarios del fútbol", añade el texto, que indica que "el comportamiento del presidente Joseph Blatter de ningún modo puede calificarse de incorrecto con respecto a las normas éticas".
"La conducta del presidente Blatter puede haber sido desacertada, ya que podía existir la necesidad de una aclaración interna, pero esto no lleva a ninguna infracción penal o de los principios éticos", agrega.
Blatter, en un comunicado emitido hoy, afirma haber "leído con satisfacción el informe". "Estoy convencido de que la FIFA, gracias al proceso de reformas de su gobernabilidad, que yo mismo he propuesto, dispone ahora de mecanismos y herramientas adecuados que ayudarán a evitar que un caso de tal naturaleza que ha empañado la imagen de nuestra institución vuelva a ocurrir", apunta.
El informe del presidente de la Comisión de Ética sobre el caso de ISL, empresa que comercializó los derechos audiovisuales de las competiciones de dicho organismo hasta su quiebra en 2001, concluye que "existe la certeza de que se desviaron cantidades considerables hacia el expresidente de la FIFA Havelange y su yerno Ricardo Teixeira, así como al Dr. Nicolás Leoz, sin que pueda demostrarse que se haya prestado servicio alguno por ello", del "dinero que pasó por el grupo ISMM/ISL"
"Estos pagos también se llevaron a cabo mediante empresas ficticias con el fin de encubrir a los verdaderos destinatarios y deben clasificarse como 'comisiones', conocidas hoy como "sobornos", indica, tras concretar que los pagos "se realizaron entre 1992 y mayo de 2002.
El documento considera que "la aceptación del soborno" por parte de Havelange, Teixeira y Leoz "en aquel momento no constituye delito punible conforme al derecho penal suizo", aunque "Havelange y Teixeira en ningún caso debían haber aceptado soborno en calidad de funcionarios oficiales del fútbol, y deberían haberlo devuelto, puesto que se trata de cantidades vinculadas a la explotación de los derechos comerciales".
"Esto no afecta el hecho de que las dos personas se han comportado de forma reprochable, tanto desde el punto de vista moral como ético", asegura el informe, que recuerda que la FIFA no ha contado con un Código Ético hasta el año 2004 y los pagos se realizaron antes del 2000.
También refleja que "ni Havelange ni Teixeira ocupaban un cargo oficial" en la FIFA cuando el nuevo Código Ético entró en vigor" y que Ricardo Teixeira dimitió de todos los cargos vinculados al fútbol en marzo de 2012 y Havelange ha mantenido solamente un cargo honorario, que no es suficiente para calificarlo de oficial conforme al Código Ético".
"En cuanto al Dr. Nicolás Leoz, este alegó que todo el dinero que recibió de ISL lo donó a un proyecto escolar, pero lo hizo hasta enero de 2008, ocho años después de haberlo recibido", concluye el informe.
El Comité Ejecutivo de la FIFA solicitó en julio de 2012 al presidente del órgano de instrucción de la Comisión de Ética, Michael J. Garcia, que examinara el llamado "caso ISL", tras el auto de sobreseimiento de la fiscalía del cantón de Zug en la instrucción penal contra la FIFA, Ricardo Texiera y Joao Havelange por abuso de confianza, hecho público en julio de 2012.
Este auto, fechado 11 de mayo de 2010, se hizo público por decisión del Tribunal Federal Suizo, dictada el 11 de julio de 2012.
El informe elaborado por el órgano de instrucción de la comisión de Ética fue trasladado después a la cámara de decisión de la misma, que es la que ha decidido dar por cerrado el caso.