Joe Biden endureció este lunes en nombre del "sentido común" la regulación de las llamadas armas "fantasma", difíciles de detectar porque carecen de número de serie y que pueden ensamblarse como un kit en casa en apenas unos minutos.
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SUSCRIBITEJoe Biden endureció este lunes en nombre del "sentido común" la regulación de las llamadas armas "fantasma", difíciles de detectar porque carecen de número de serie y que pueden ensamblarse como un kit en casa en apenas unos minutos.
El presidente estadounidense señaló, durante un acto en la Casa Blanca al que asistieron familiares y seres queridos de víctimas de armas de fuego, que el número de estas "armas fantasma" se ha multiplicado por diez en cinco años, entre 2016 y 2021.
Aunque se mostró a favor de la segunda enmienda de la Constitución de Estados Unidos, que establece el derecho a poseer un arma, criticó al poderoso lobby armamentista, la NRA, por haber calificado su regulación de "extrema".
"¿Es extremo proteger a la policía? ¿Proteger a nuestros hijos?... No es extremo, es sentido común", dijo Biden, quien manipuló una de estas armas en kit frente a las cámaras para mostrar lo fácil que es montarla.
Biden, a quien los republicanos acusan de falta de firmeza en la represión de la delincuencia, lleva semanas intentando mostrar su apoyo a la policía.
Según un nuevo decreto, las piezas sueltas que puedan ensamblarse fácilmente en un arma de fuego estarán sujetas a los mismos requisitos que las ya ensambladas.
Aquellos que revendan los kits deberán realizar verificaciones de antecedentes de los compradores potenciales o incluir un número de serie en las piezas de los componentes.
Desde enero de 2016 hasta diciembre de 2021, la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF) solo pudo rastrear al propietario de un arma "fantasma" en el 0,98% de los casos, sobre todo en investigaciones sobre asesinatos e intentos de homicidio.
Según la organización Gun Violence Archive, más de 11.700 personas han muerto por arma de fuego desde principios de año en Estados Unidos, incluidos los suicidios y en 2021 fueron 45.000, lo que lleva a la Casa Blanca a hablar de "epidemia".
Biden reiteró el lunes su llamamiento al Congreso para que prohíba la venta de rifles de asalto o imponga un sistema universal de verificación de antecedentes penales y psiquiátricos para los compradores de armas.
Sabe que en el Congreso tiene un margen de maniobra limitado y tropieza con republicanos que se oponen a cualquier regulación.
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