19 de abril de 2017 - 00:00 El abuelo de Harvey Kenyon-Cairns, un bebé británico de tres meses, cometió un error al rellenar una solicitud de la visa, lo que provocó un incidente migratorio luego de que el niño fuera catalogado como terrorista. La embajada de los Estados Unidos en Gran Bretaña lo llamó a interrogatorio.
Paul Kenyon (62) tenía pensado llevar a su familia de vacaciones a Orlando, en Florida, y se ocupó de llenar la solicitud "ESTA", una averiguación de antecedentes a la que deben someterse quienes viajan a Estados Unidos desde países con excepción de visa, de su nieto.
Sin embargo cometió un error en una de las preguntas del cuestionario, cuando contestó que sí a la pregunta de: "¿Está planeando participar, o ha participado alguna vez, de actividades terroristas, espionaje, sabotaje o genocidio?"
Tres días antes de viajar supo que la solicitud no sólo había sido rechazada, sino que la embajada de Estados Unidos exigía interrogar a Harvey.
La familia se tuvo que trasladar a Londres de emergencia para presentarse en el edificio de la embajada, un viaje en auto que demoró más que volar desde Liverpool a Orlando.
El abuelo orgulloso contó que su nieto se portó muy bien durante la ridícula entrevista y que no lloró nunca. "Pensé en llevarlo vestido con un mameluco naranja [como los usados por los prisioneros de los Estados Unidos en Guantánamo] pero reconsideré", explicó.
La situación les hizo perder los vuelos y debieron pagar unos 3.800 dólares para llegar finalmente a Orlando con una anécdota que seguramente les va a ser muy difícil olvidar.