La policía pakistaní rastreó minuciosamente este lunes, en busca de pistas, el lugar donde un atentado suicida contra un mitin de un partido islámico en el noroeste del país dejó al menos 44 muertos.
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SUSCRIBITELa policía pakistaní rastreó minuciosamente este lunes, en busca de pistas, el lugar donde un atentado suicida contra un mitin de un partido islámico en el noroeste del país dejó al menos 44 muertos.
El ataque iba dirigido contra el partido religioso conservador Jamiat Ulema-e-Islam (JUI-F), un aliado clave de la coalición gubernamental.
La agrupación celebraba una asamblea bajo una carpa a la que asistieron más de 400 miembros y simpatizantes en la ciudad de Jar, cerca de la frontera con Afganistán.
Zapatos ensangrentados yacían aún en el suelo, así como pernos de acero y otros elementos de la chamarra que llevaba el autor del atentado.
Aún se podían ver trozos de cuerpos a 30 metros del lugar donde el hombre detonó el artefacto.
"Viví escenas terribles: cuerpos sin vida esparcidos por el suelo mientras que la gente gritaba por ayuda", contó a la AFP Fazal Aman, que se encontraba cerca de la carpa cuando la bomba explotó.
Miles de personas asistieron este lunes a los primeros funerales, como los de dos primos de 16 y 17 años.
El atentado del domingo se produjo unas semanas antes de la disolución de la Asamblea Nacional del país, en vistas a las elecciones previstas para octubre o noviembre.
Los partidos políticos ya están en campaña para estos comicios y el ataque provoca el temor a un periodo electoral sangriento en el país, que sufre una grave crisis política desde la destitución en abril de 2022 del primer ministro Imran Khan.
Nadie reivindicó la autoría del atentado y los talibanes pakistaníes, que operan en la región, negaron estar detrás del mismo, afirmando que no apuntan contra las fuerzas de seguridad.
La facción local del grupo yihadista Estado Islámico (EI), que no se ha pronunciado hasta ahora, realizó en el pasado algunos ataques contra reuniones políticas y dirigentes del Jui-F.
Pakistán ha sufrido un aumento de los ataques desde que los talibanes volvieron al poder en Afganistán en 2021, sobre todo en la región fronteriza.
Con información de AFP
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