Problemas para obtener licencias, equipos viejos que se rompen con frecuencia y escasez de profesionales a un nivel preocupante componen un panorama crítico de la radioterapia en Uruguay que preocupa a las autoridades.
Para continuar, suscribite a Telenoche. Si ya sos un usuario suscripto, iniciá sesión.
SUSCRIBITEProblemas para obtener licencias, equipos viejos que se rompen con frecuencia y escasez de profesionales a un nivel preocupante componen un panorama crítico de la radioterapia en Uruguay que preocupa a las autoridades.
Las 10 clínicas que irradian pacientes con cáncer en el país han sufrido todos estos problemas en los últimos años, tanto en el sector público como en el privado, pero especialmente en el público. Y la varias de estas dificultades persisten al día de hoy.
¿Por qué? ¿Cómo se llegó a esta situación?
Para empezar, siempre existió un débil organismo fiscalizador. Eso fue lo que se encontró el actual director de la Autoridad Reguladora Nacional en Radioprotección, Gabriel González, cuando asumió su cargo en 2020 y se transformó en el primer físico que dirigió esta unidad.
Un informe de transición elaborado por el jerarca del gobierno anterior, Walter Cabral, advertía que el organismo no había logrado cumplir con las más básicas metas de gestión y que la unidad enfrentaba un “vaciamiento”. Señalaba también que no se hicieron ni la mitad de las inspecciones fijadas y que nunca se reforzó al organismo con los recursos que necesitaba.
Cuando González se hizo cargo del organismo, encontró además dos problemas grandes. Uno de ellos fue que entre 2015 y 2020 todas las clínicas que funcionan en el país operaron al menos en algún momento sin habilitación para hacerlo. Porque o bien no habían presentado la documentación que exigen las autoridades o había omisiones en los distintos protocolos.
Vea el informe de Joaquín Silva en Otra Mirada.
Suscríbete y recibe todas las mañanas en tu correo lo más importante sobre Uruguay y el mundo.
SUSCRÍBETE