La llegada de Mario Casas a Argentina generó gran expectativa entre sus seguidores. A pesar de su popularidad en el país, el actor español ha visitado pocas veces la región.
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SUSCRIBITEEn esta oportunidad, su visita no estuvo vinculada al cine o la televisión, sino a su rol como embajador de la línea de perfumes de Antonio Banderas.
La llegada de Mario Casas a Argentina generó gran expectativa entre sus seguidores. A pesar de su popularidad en el país, el actor español ha visitado pocas veces la región.
Su primera incursión en suelo argentino fue en 2010, cuando filmó Carne de Neón, una película dirigida por Paco Cabezas y con un elenco iberoamericano que incluía a Darío Grandinetti. Desde entonces, su presencia en Argentina ha sido escasa, aunque su fama creció notablemente gracias a producciones como Tres metros sobre el cielo y El Barco.
El viaje de Casas se manejó con hermetismo, pero su reciente paso por Santiago de Chile confirmó las sospechas: Buenos Aires sería su siguiente destino antes de regresar a Madrid. En esta oportunidad, su visita no estuvo vinculada al cine o la televisión, sino a su rol como embajador de la línea de perfumes de Antonio Banderas. Un nuevo lanzamiento de fragancia fue la excusa perfecta para reencontrarse con el público argentino, que desde hace tiempo anhelaba su regreso.
Casas arribó el miércoles por la tarde y se hospedó en el Hotel Four Seasons, acompañado por su hermana Sheila Casas, quien además es su representante, y dos amigos íntimos. Aprovechó la tarde para relajarse en el gimnasio del hotel y degustar especialidades típicas del país antes de iniciar sus compromisos profesionales.
El jueves comenzó su agenda con una sesión de fotos en puntos icónicos de la ciudad. Quienes transitaron por Caminito o el Obelisco pudieron cruzarse con el actor en plena producción para la campaña publicitaria. Vestido con un elegante conjunto en tonos claros, Casas captó la atención de los transeúntes, quienes no tardaron en reconocerlo. "Es un placer estar en Buenos Aires, aunque no tenemos mucho tiempo para disfrutar. Mañana ya me marcho, pero he tenido la oportunidad de pasear un poco y es un placer", expresó el actor durante la sesión fotográfica.
El rodaje en Caminito fue breve, ya que la presencia del actor generó un revuelo entre turistas y bailarines de tango que habitualmente trabajan en la zona. "¡Es Mario Casas!", "Mario, una foto, por favor" y "¡Queremos bailar un tango con vos!" fueron algunas de las exclamaciones que se escucharon. No obstante, no todos estuvieron conformes con la agitación provocada por el evento. Los vendedores ambulantes, afectados por las restricciones en la zona, manifestaron su molestia con aplausos de protesta.
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