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SUSCRIBITELa jueza Bruniard citó a declarar a Rogelio Nores, Braian Paiz y Ezequiel Pereyra, principales sospechosos del caso.
La Justicia argentina procesó a cinco personas relacionadas con la muerte del cantante Liam Payne
La investigación sobre la muerte del exintegrante de One Direction, Liam Payne, ocurrida el pasado 16 de octubre en un hotel del barrio porteño de Palermo, avanzó significativamente esta semana. La jueza Laura Bruniard ordenó nuevas medidas que incluyen la indagatoria de los principales implicados y la realización de pericias tecnológicas que podrían arrojar luz sobre el caso.
La jueza Bruniard citó a declarar a Rogelio Nores, Braian Paiz y Ezequiel Pereyra, principales sospechosos del caso. Asimismo, imputó a Esteban Reynaldo Grassi, jefe de seguridad del hotel CasaSur, y a Gilda Martín, gerente del establecimiento. Según la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N.º 14, se les acusa de abandono de persona seguido de muerte y facilitación de estupefacientes, delitos relacionados con las circunstancias previas a la caída de Payne desde el balcón del hotel.
Entre las medidas ordenadas, destaca la pericia a un disco rígido del restaurante Sacro, vecino al hotel CasaSur, cuyo patio fue el lugar del impacto que causó la muerte del cantante. Fuentes indicaron que en este disco podría encontrarse un video clave que registre el momento exacto de la caída, aunque hasta ahora el material no ha sido incorporado a la causa. Además, se analizarán 21 dispositivos electrónicos pertenecientes a los acusados y testigos.
La fiscalía afirmó que Payne se encontraba bajo los efectos de estupefacientes en el momento de la caída, lo que descarta un acto voluntario. Un comunicado oficial indicó que el artista “no estaba plenamente consciente ni en condiciones de comprender sus actos”.
El camarero Braian Paiz, uno de los imputados, negó haber suministrado drogas al artista, aunque reconoció haberlas consumido junto a él. En declaraciones a medios argentinos, mencionó: "Pasamos la noche juntos, tomamos drogas y ocurrió algo íntimo. Tengo pruebas de nuestras conversaciones previas al encuentro".
Otro elemento que alimenta las dudas en torno al caso es la desaparición de un reloj Rolex que Payne portaba horas antes de su muerte. La policía no halló el objeto durante el registro de la habitación, por lo que se investiga si fue robado tras el incidente.
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