BCU redujo la Tasa de Política Monetaria y la ubicó en 7,5% y la ubicaría en el entorno de la neutralidad

Al mismo tiempo, las expectativas de inflación de analistas y mercados financieros bajaron a 4,6%, lo que la ubica cerca de la meta del BCU, que en sus proyecciones a corto plazo se revisan a la baja. En ese marco influye la mayor debilidad de los precios domésticos de las importaciones.

La persistencia de desvíos de los niveles de inflación con respecto a la meta de 4,5%, en este caso por debajo, representa un desafío para la política monetaria, señala el banco.

En cuanto al contexto internacional, la institución destaca que este está marcado por una “elevada incertidumbre”, con condiciones financieras globales “suavizándose”, estabilidad en niveles bajos de los precios de los productos primarios (con excepción de la carne) y la “persistente debilidad global del dólar”.En la región, Argentina muestra cierta mejora en sus perspectivas económicas.

En nuestro país, la actividad evolucionó por debajo de lo previsto y las perspectivas de crecimiento para este año se revisan levemente a la baja. Para 2026 y 2027 se espera que el Producto Interno Bruto (PIB) evolucione en torno a su crecimiento potencial, aunque con riesgos a la baja.

Ante esa realidad, el directorio del BCU resolvió reducir la TPM en 50 puntos básicos, ubicándola en 7,5%. Esta decisión ubica a la política monetaria en el entorno de la neutralidad. En la medida en que la inflación y sus determinantes continúen mostrando la trayectoria prevista, la senda de la tasa de interés podría avanzar hacia una fase más expansiva en línea con el objetivo de estabilidad de precios.