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Luis Suárez es el nuevo pichichi de la Liga

El salteño supera en la clasificación a su compatriota Christian Stuani del Girona e Iago Aspas del Celta de Vigo.

3 de noviembre de 2018 - 00:00

El delantero del Barcelona Luis Suárez es el nuevo líder de la clasificación de goleadores de LaLiga Santander, gracias a un doblete en Vallecas con el que alcanza nueve goles en once jornadas, mientras que el brasileño Vinicius firmó su primer gol con el Real Madrid.

El salteño prolongó su suerte, referencia barcelonista sin Leo Messi, para dar el triunfo a su equipo con dos tantos al Rayo con los que supera en la clasificación a su compatriota Christian Stuani del Girona e Iago Aspas del Celta de Vigo.

Fue clave para la remontada del Barcelona el francés Ousmane Dembélé con su cuarto tanto del curso liguero. Uno más que su compatriota Antoine Griezmann, que marcó para el Atlético de Madrid en Butarque, con el argentino Guido Carrillo empatando en los últimos minutos también con su tercera diana.

Gracias a tres penales llega a la misma cifra el capitán del Real Madrid Sergio Ramos, que marcó en un Santiago Bernabéu volcado con Vinicius, que se alió con la suerte en un disparo que golpeó en la espalda de un defensa rival para cambiar su trayectoria y convertirse en su primer tanto en la elite.

BARCELONA- RAYO. El Barcelona, con dos goles en los últimos cinco minutos del francés Ousmané Dembelé y el uruguayo Luis Suárez, remontó para ganar sufriendo un partido que el Rayo tuvo controlado hasta casi el final y en el que superó en intensidad y juego al conjunto catalán.

Los primeros minutos de juego fueron del Barcelona y su primer acercamiento con peligro al área rival supuso un gol, obra de Luis Suárez tras un pase desde la línea de fondo del costado izquierdo de Jordi Alba.

Tanto el lateral catalán por el lado izquierdo como Sergi Roberto por el derecho recibieron durante buena parte de la primera mitad totalmente solos y causaron mucho peligro a la defensa rayista, a la que le costó encontrar el ritmo de juego del partido.

El equipo madrileño solo despertó cuando vio realmente posibilidades de marcar con una jugada a los veintiocho minutos que terminó con un centro de Embarba y un remate de Pozo sin oposición de la defensa que falló cuando Ter Stegen estaba vencido.

El mismo protagonista, Pozo, enmendó su error cinco minutos después con un disparo desde fuera del área que se estrelló en el palo izquierdo del arquero alemán que se metió en el fondo de la red.

El gol animó muchísimo al Rayo, que incluso sometió al Barcelona a un asedio que se reflejó con todo el conjunto catalán defendiendo en su área. Sin embargo, en un destello de calidad Luis Suárez inventó un disparo desde la frontal que no fue gol porque la pelota se estrelló en el palo izquierdo del arco.

El descanso relajó los ánimos de ambos equipos pero le vino mejor al Rayo, que volvió a salir con una marcha más que su rival. Ernesto Valverde no debió ver claro lo que estaba pasando sobre la cancha y a los seis minutos de la reanudación dio entrada a Dembelé por Rafinha, que estuvo demasiado impreciso toda la noche.

El bajón que estaba sufriendo el Barcelona lo aprovechó el Rayo para, primero avisar con un mano a mano que sacó con acierto Ter Stegen ante Embarba, y después marcar el segundo por medio de Álvaro García, que en su primera acción tras salir del banco de suplentes remató una pelota suelto tras un cabezazo de Raúl de Tomás a un palo.

Valverde siguió buscando una solución para su equipo y, en una decisión poco habitual en él, hizo un doble cambio para meter músculo con Arturo Vidal y rapidez con Munir.

Ninguno de los dos aportó el protagonismo que se les pedía y estuvieron al mismo nivel plano que sus compañeros. Solo Jordi Alba por el lado izquierdo se mostró desequilibrante con su velocidad y sus desbordes, como uno que, a los 85 minutos, terminó con un centro cabeceado por Suárez a las manos de Alberto.

De hecho, el gol del empate llegó en una pelota suelta  que cabeceó Piqué y que Dembelé recogió para lanzar sin pensárselo con un zurdazo que agarró desprevenido a Alberto.

La suerte se alió con el Barcelona para que, tres minutos después, Luis Suárez aprovechara un centro buenísimo de treinta metros de Sergi Roberto y, ganando la partida a su defensor, marcara el tercero, ante el desánimo de la afición local.

El Rayo lamentó el gol encajado y en la última jugada del partido, un córner a su favor, subió con todo en busca del empate, el portero Alberto incluido, pero el remate de cabeza de Imbula lo atrapó Ter Stegen.

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