6 de agosto de 2016 - 00:00
La samba, el pasinho y el funk, los ritmos y bailes nacidos en las favelas cariocas se apoderaron este viernes del Maracaná y convirtieron la inauguración de los Juegos Olímpicos en una fiesta con la fuerza arrolladora de la cultura negra, que hizo bailar a todo el estadio.