Luego del clásico del pasado sábado, el ahora exaurinegro Ignacio Laquintana partió rumbo a Brasil para convertirse en jugador del Bragantino.
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SUSCRIBITELuego del clásico del pasado sábado, el ahora exaurinegro Ignacio Laquintana partió rumbo a Brasil para convertirse en jugador del Bragantino.
Dicen que no hay felicidad completa y algo de eso deben sentir los hinchas mirasoles tras la gran alegría por la victoria en el clásico que les permitió la celebración y, además, la continuidad en lo más alto de la tabla de posiciones.
Pero a las pocas horas del inobjetable triunfo ante Nacional por 2-0, donde una de las figuras gravitantes fue Ignacio Laquintana, la sorpresa de la noticia de su viaje a Brasil fue algo así como un balde de agua fría.
Lo que sucedió fue que desde hace algunos días el Bragantino de Brasil pretende los servicios del extremo hasta ahora aurinegro, posibilidad abierta por una cláusula vigente en el contrato del jugador con los aurinegros de 1.200.000 de dólares.
La dirigencia del club indica que los abogados estudian la redacción del acuerdo procurando encontrar argumentos para retener a Laquintana, pero en el entorno del futbolista se indica algo muy diferente que es que desde principio de año busca una actualización en sus ingresos que al menos alejara posibles interesados antes de que culminara su vínculo a mediados de año.
En estas versiones la indiferencia que habría mostrado Peñarol generó descontento en el veloz futbolista, cuyo salario -según personas cercanas al mismo- es de los más bajos del plantel.
Lo cierto es que para el equipo de Alfredo Arias se trata de un golpe muy importante y muy poco antes del debut en la Copa Sudamericana, previsto para el próximo miércoles.
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