2 de septiembre de 2016 - 00:00 La laicidad estuvo en el ojo de la tormenta en los últimos días con el gremio docente y la idea de leer una proclama sindical en las aulas, la visita de un sacerdote a centros educativos y el pedido del presidente Tabaré Vázquez a los partidos de no usar a escolares para castigar al gobierno. El pedido fue hecho en medio de una escuela y rodeado de niños.
La discusión llegó ahora al Parlamento. Los legisladores de la oposición aprovecharon la ida de las autoridades de la Anep y el Codicen para cuestionar el accionar del presidente. Aseguraron que violó “en forma grosera la laicidad”, lo calificaron como “grave” y pidieron alguna “reacción”.
“Desde ya digo que yo no voy a ir a una escuela a hablar de política aunque el Codicén no diga nada al presidente Vázquez, porque nosotros creemos en ese concepto y no lo violamos”, dijo el senador colorado Amorín Batlle.
El expresidente José Mujica, afirmó que la discusión era “muy interesante” porque estaban en juego dos elementos “reconocidas constitucionalmente, de igual jerarquía, la laicidad y la libertad de opinión y de decir que tienen los ciudadanos.
Para el senador frenteamplista Yerú Pardiñas, en tanto, la laicidad no está en cuestión porque “si hay algo que las autoridades de la educación y todos hacemos es velar por el respeto y cumplimiento de las normas constitucionales”. “No está en juego y que entiendo que las autoridades de la educación, tanto las actuales como las anteriores, han demostrado siempre un gran celo por defender la laicidad del sistema”, afirmó.
El senador colorado Pedro Bordaberry preguntó si todos los legisladores tendrán ahora la chance de defenderse ante los escolares aunque aclaró que no le interesa porque prefiere la “independencias”, mientras que la senadora del Partido Nacional, Verónica Alonso preguntó si las autoridades tienen pensado reunirse para evaluar el “accidente” de Vázquez.
El presidente del Codicen, Wilson Netto dijo a la salida del encuentro que el presiente no violó la laicidad sino que hubo "una mala interpretación" porque las palabras del presidente "tenían que ver con una visión más global".