13 de febrero de 2017 - 00:00 Unos tres ministerios se reunirán hoy junto con la Oficina de Planeamiento y Presupuesto para intentar buscar una solución al conflicto que atraviesa la empresa Fanapel de Juan Lacaze, indicó a Telenoche el ministro interino de Industria, Guillermo Moncecchi.
En la reunión se evaluará además la zona del pueblo coloniense dado que es un tema que "preocupa" a las autoridades, expresó el jerarca.
Si bien en el día de ayer se comunicó de forma extraoficial el cierre definitivo, en la reunión de hoy se buscarán opciones de reconvención, incluso la posibilidad de crear un "parque industrial y revitalizarlo" sostuvo Moncecchi.
En el día de ayer, poco más de 200 trabajadores se reunieron en Juan Lacaze para analizar la situación que ocupa a la fábrica de papel. Allí trataron la circular que envió el directorio en la que se convoca a los funcionarios a presentarse de manera individual para llegar a acuerdos por crédito de trabajo.
Esta propuesta fue descartada de plano por el sindicato, ya que considera que tanto los despidos como el seguro de paro son aspectos que se negocian con los funcionarios en su conjunto.
Por otro lado, los trabajadores reclaman al Estado que no compre producción de la empresa mientras se esté en negociaciones. "El 80% del papel que compra el Estado es de Fanapel (...) consideramos que si interrumpe las compras serviría como método de presión", dijo el dirigente sindical Marcelo Olaverry a Telenoche Online.
SEÑALES "POCO ALENTADORAS". Durante la reunión en el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS), la empresa de Juan Lacaze no oficializó su cierre, pero tampoco "dio señales de reapertura".
En la mañana de ayer el gerente de producción de Fanapel transmitió vía mensaje de texto a uno de los ocho empleados que permanece trabajando en planta, que la empresa definió el cierre algo que no se había anunciado oficialmente.
"Un gerente de producción informó eso a los compañeros de planta en Colonia. Lo que supone una contradicción entre lo que se maneja en el ministerio y lo que pasa por fuera", dijo el dirigente Marcos Olaverry a Telenoche Online.
La postura de la empresa durante la tipartita celebrada este lunes en el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) parece ir en esa línea. Si bien no explicitó la voluntad de cierre, la empresa dio señales "poco alentadoras" ante una eventual reapertura. "Dijo que con las propuestas de rebajas de costos no era competitiva, que en el mediano plazo no veía un margen de rentabilidad y además ofreció el pago de los créditos laborales a quienes lo quisieran", dijo a Telenoche Online el director Nacional de Trabajo, Juan Castillo.
"No me dieron ninguna posibilidad de reapertura", agregó.
Sin embargo, sostuvo que desde el gobierno se seguirá trabajando y que mañana los tres ministerios involucrados (Industria, Economía y Trabajo) se reunirán para analizar distintas posibilidades.
De todas formas, destacó que el panorama no es muy auspicioso, en especial si te toma en cuenta el punto de vista competitivo. "La empresa coloca la tonelada de papel a US$950, mientras que la competencia lo hace a US$800. Para ser competitiva, se debería bajar en un 15% los costos, lo que equivaldría al costo total por salarios o al de energía eléctrica; esto significaría que los trabajadores trabajaran gratis o que el estado no le cobre la electricidad a la empresa", ejemplificó Castillo.
GARANTÍAS. El MTSS sigue de cerca la situación de Fanapel, ya que entiende que existe incertidumbre sobre el futuro de la empresa y se debe determinar si cuenta o no con espalda financiera para reabrir o si se debe ya pensar en si hay capital para hacer frente al pago de los despidos.
A esto se suma que en caso de decretar el cierre se debe determinar alternativas para los trabajadores.
Los trabajadores consideran que hay "margen y alternativas" para que la fábrica retome la producción. "Lo que necesitamos son las ganas y la certeza de la fábrica de si va a arrancar o no", dijo Olaverry.
En ese sentido, destacó que la empresa está al día con los sueldos y los aumentos, pero no la licencia 2016.
Además, los trabajadores cuentan con 1.600 toneladas de papel que no dejan salir de fábrica para asegurarse que la empresa, en caso de decretar el cierre, haga frente a los despidos.