Un policía de 45 años de la Jefatura de Paysandú fue procesado con prisión en calidad de autor y otros dos hombres sin prisión por la comisión de varios delitos de abigeato y venta de carne clandestina en comercios de la zona.
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SUSCRIBITEUn policía de 45 años de la Jefatura de Paysandú fue procesado con prisión en calidad de autor y otros dos hombres sin prisión por la comisión de varios delitos de abigeato y venta de carne clandestina en comercios de la zona.
La denuncia había sido radicada tiempo atrás por un funcionario de la Seccional décima del departamento, donde se desempeñaba hasta ahora el efectivo procesado. Tras las investigaciones correspondientes a cargo de la Brigada de Prevención y Represión del Abigeato (BEPRA), se constataron irregularidades administrativas en el transporte de ganado en la ciudad de Tambores.
Puntualmente, las guías no condecían con lo estipulado por la Dirección de Contralor de Semovientes (DICOSE), ni con la cantidad declarada por el funcionario en su declaración. Ante esto, la Policía determinó que el efectivo policial poseía varias cabezas de ganado colocado en diferentes campos a modo de favor. Según indicó el Ministerio del Interior en un comunicado, el funcionario "valiéndose de su calidad de Policía conseguía dejar los animales, sin marcas o etiquetas, para luego faenarlos y venderlos a una carnicería local".
La BEPRA comprobó que el funcionario poseía más de 50 animales en varios establecimientos y con distintas marcas y muescas, algunas de ellas adulteradas. El Jefe de Policía de Paysandú, Luis Mendoza, expresó que “se detectó el movimiento irregular del ganado que terminaba con la carne faenada en forma clandestina, en las carnicerías de la zona”.
Las investigaciones también determinaron que el efectivo realizaba los ilícitos desde hace largo tiempo y que llevaba los animales de un establecimiento a otro sin guías de tránsito, en tanto carneaba y transportaba el producto a las carnicerías en un camión prestado, eludiendo los controles sanitarios correspondientes.
Mendoza agregó que “esta actividad era directamente perjudicial para la gente de Tambores que era quién consumía esa carne" y que "la investigación continúa su curso a fin de determinar si existen otras puntas de este negocio ilícito y la procedencia de los animales”.
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