Inspeccionan boliches por patovicas ilegales

Según el expresidente de la Unión de Trabajadores de la Seguridad, Mauricio Ibáñez, hay unos 1.000 registrados en la Digefe. La mayoría se desempeña en alguno de los 170 boliches que hay en Montevideo, de los cuales 48 son discotecas o lugares bailables para mayores.

Ibáñez dice que hay pocos datos de los patovicas porque no tienen sindicato. Sin embargo, asegura que ganan entre $600 y $1.800 la noche, que muchos son extra edad o tienen antecedentes y que generalmente “impone el orden con el físico" aunque "no hay nada escrito”.

Un patovica que prefirió no ser nombrado y trabajó como guardia de seguridad en locales bailables durante varias temporadas, asegura que la mayoría son contratados por "ser grandes". "No te preguntan nada, ni te hacen un test psicológico", dijo.

La última temporada trabajó en un boliche de Punta del Este y recuerda que en la entrevista “solo lo miraron” y le preguntaron si tenía algún conocimiento sobre defensa personal. La entrevista fue breve y él se quedó con el trabajo.  "Me contrataron porque mido dos metros. No conocían nada de mí. No sabían si era un demente o no", reconoció.

Cuenta que durante la convivencia con sus compañeros de trabajo notó que la mayoría de ellos "están predispuestos a que pase algo", y asegura que en tales casos "si pueden irse a las manos se van".

Los patovicas han estado en la mira en los últimos años por hechos de violencia que los tuvieron como protagonistas. En marzo el guardia de seguridad de un local bailable que está en el Centro de Montevideo fue procesado por el delito de homicidio de un hombre de 39 años al que había tirado por las escaleras del establecimiento.

Un mes después otro patovica que trabajaba para un boliche que funcionaba en Parque Rodó también fue procesado con prisión por la caída de un joven de 18 años de una altura ocho metros en las canteras del Parque Rodó.

Según habían indicado fuentes judiciales a Telenoche, el procesado golpeó al joven y ocasionó su caída luego de encontrarlo cuando caminaba con otra empleada del boliche con quien "mantenía un vínculo extra laboral".

En 2015 un patovica fue procesado con prisión tras involucrarse en una pelea que terminó con la muerte de un joven de 28 años en Piriápolis.