El matrimonio igualitario es ley

Antes de que comenzará el debate, el diputado nacionalista Jaime Trobo se quejó ante las autoridades del legislativo por la presencia de una bandera a favor del matrimonio igualitario en la fachada del edificio anexo.

"Es una falta de respeto a la pluralidad, a la opinión libre, es una cohesión moral sobre los legisladores y una representación de una visión parcial de los temas que están en cuestión", manifestó.

En su intervención, Trobo indicó que "para que haya paternidad y maternidad es necesaria la colaboración de un hombre y una mujer", agregó Trobo.

El legislador dijo que "la biología no consulta a la ley para describir el hecho. Sin la existencia del varón y la mujer, nada se fecunda", señaló.

En tanto, el diputado colorado, Fernando Amado, señaló que "el símbolo de la palabra matrimonio es lo que cuesta entregar (…) La base de la sociedad es la familia, pero no la familia prefabricada. Sino la que se basa en el amor y el amor no es homosexual ni heterosexual".

Por su parte, el diputado oficialista Sebastián Sabini dijo que vota "convencido y contento" el proyecto de ley. "El día de mañana vamos a ser una sociedad más justa, más igualitaria y con más derechos para todos y todas", agregó.

Sabini recordó que artículo 8 de la Constitución solamente distingue a las personas por sus talentos y sus virtudes. "Ni la sexualidad ni el género entran dentro de los talentos y las virtudes", dijo.

"Un matrimonio es la unión de dos personas que se quieren. Nada más y nada menos", sentenció.

Pedro Saravia, diputado de Alianza Nacional, dijo estar de acuerdo "con el origen y los principios" que formaron el proyecto, pero considera que está plagado incorrecciones y que termina siendo "un mamarracho". Señaló que el texto que volvió del Senado es peor del que fue.

"No puedo como abogado y legislador generar una herramienta jurídica equivocada para venir a corregirla con otra ley dentro de 60 días", aseguró.

Por último, la la legisladora frenteamplista Berta Sanseverino dijo que la ley al ser votada por miembros de los cuatro partidos con representación parlamentaria genera "una legitimidad extraordinariamente fuerte y un clima de aceptación que deja muy marginalizados a los sectores ultraconservadores".