Alcanzaste el límite de 40 notas leídas

Para continuar, suscribite a Telenoche. Si ya sos un usuario suscripto, iniciá sesión.

SUSCRIBITE

Dieta cruda o del paleolítico, las nuevas tendencias en la alimentación de los uruguayos

La nuticionista, Emilia Clemente, explicó a Telenoche que ambas dietas aparecieron con el objetivo de una alimentación saludable, lo que, a su entender, se cumple siempre y cuando “se llegue a los requerimientos de cada persona”.

12 de septiembre de 2016 - 00:00

SOFÍA DRAGO 

Estefanía sigue la dieta raw food, es vegana y su dieta se basa en alimentos prácticamente crudos hace más de un año. Solo come lo que esté cocinado a entre 37° C y 42° C. “Los 37° C representan la temperatura corporal y los 40° C lo que se puede soportar en el verano”, explica y cuenta que esto permite que se mantengan los minerales y proteínas de los alimentos.

Juan, en tanto, no desayuna, almuerza jugo de seis o siete verduras con algún tipo de carne y dos o tres huevos, merienda yogurt casero, hecho mediante cultivos de bacterias no patógenas para el hombre que deja fermentar un día entero, y cena abundantes verduras evitando la carne.

En los últimos diez años, las dietas han dejado de relacionarse con la necesidad de adelgazar y han pasado a formar parte de una convicción ideológica acompañada de una necesidad de sentirse saludable. Así se impuso la moda de las dietas vegetariana y vegana, que son las más pedidas en los consultorios de los nutricionistas.

Pero lejos de la convencional dicotomía de comer o no carne, en los últimos dos años se han desarrollado en nuestro país nuevas alternativas, lideradas por la dieta paleo y el raw food (crudívoros). Este grupo no suele comer lo que está a mano o lo que venden en el supermercado, sino que tratan de volver a la bases de la humanidad.

La nutricionista, Emilia Clemente, aseguró a Telenoche que la dieta paleo surgió en el país hace algo más de dos años y la crudivegana hace uno. Explicó que ambas aparecieron con el objetivo de una alimentación saludable, lo que a su entender se cumple siempre y cuando “se llegue a los requerimientos de cada persona”.

Las dietas deben aportar la cantidad de vitaminas, minerales, carbohidratos, proteínas y grasas que el cuerpo necesite. Clemente explica que el interés del nutricionista se centra en que la persona pueda cumplir con sus requerimientos más allá del tipo de dieta que siga y aseguró que el estilo de vida es determinante.

Advierte que el problema de la raw food y la dieta paleo aparece cuando las personas “se aferran demasiado a los extremos haciendo una dieta estricta cuando en algunos casos no es conveniente”. “Con la dieta raw es imposible llegar a todos los requerimientos”, comenta y explica que en la mayoría de los casos se deberían agregar algunos suplementos que van contra los supuestos de este tipo de alimentación.

ESTILO DE VIDA.  Estafanía sigue la dieta raw food. La mayoría de los crudívoros también son veganos porque consideran que los derivados del animal hacen un efecto ácido en el cuerpo y obligan a un esfuerzo mayor durante el proceso de digestión. Parten del supuesto de que la naturaleza “es perfecta” y de que las frutas y verduras son naturales, por lo que el cuerpo está preparado para digerirlas.

Para cocinar usan un deshidratador: un horno del tamaño de un microondas con seis bandejas que mantiene exactamente la temperatura en los 37° C. Estefanía también basa su dieta en los jugos que prepara con licuadoras de alta potencia con capacidad de “romper bien los alimentos al tiempo que mantiene sus nutrientes”.

Para los crudívoros son fundamentales los jugos verdes por la clorofila, que aseguran “ayuda a prevenir y curar diversas enfermedades”.

Anne Wingmore, una de sus referentes, fue la precursora en los años 60 del pasto de trigo seco, que la había ayudado a curarse de un cáncer de mama. La doctora estadounidense realizó distintos estudios en torno al mundo de la alimentación creando esta dieta.

Juan, por su parte, sigue la paleo, basada en el modo de alimentación de la era del paleolítico: proteínas de origen animal, grasas, poca fruta, muchos vegetales, frutos secos y pescado.

“Lo decidí por los beneficios. Mi interés inicial era comer sano  por lo que empecé a ver varias dietas y esta fue la que más me convenció. Después vi que me daba más energía y me sentía más sano”, relató a Telenoche.

Desde que sigue este tipo de alimentación asegura que ya no tiene problemas de acné ni alergias y que le ha dado una mayor claridad mental y rendimiento.

Juan no ve a la comida como algo de disfrute sino como una necesidad. “Lo que comemos es un combustible y le quiero dar el mejor a mi cuerpo”, asegura y agrega que no se le hace difícil cumplir la dieta porque le ha ayudado a crear buenos hábitos y no tiene “tentaciones”.

LO QUE LLEGARÁ. En los últimos años en Europa y Estados Unidos se comenzaron a implementar la dieta disociada, que tiene en cuenta el proceso de digestión, y evita aquellos alimentos que lo perjudiquen para evitar un gasto de energía excesivo.

Según Clemente, hay algunos alimentos mezclados en una misma comida pueden generar putrefacción en el organismo, por ejemplo los carbohidratos junto con las proteínas, por lo que principalmente los deportistas han empezado a estudiar en profundidad sus comidas.

 

Telenoche | ¡Suscríbete a nuestro Newsletter!

¡Suscríbete a nuestro Newsletter!

Suscríbete y recibe todas las mañanas en tu correo lo más importante sobre Uruguay y el mundo.

SUSCRÍBETE

Te Puede Interesar