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Jihad Diyab llegó en la madrugada del martes a Montevideo, fue trasladado al Hospital Maciel para un chequeo médico y pocos minutos después del mediodía se fue al apartamento que le alquila el Estado, en el Centro de Montevideo, en un auto de color blanco y alquilado.
Allí se bajó lento del coche y con la ayuda de sus muletas. Tenía el pelo atado, vestía jeans y una campera larga de color marrón. Diyab se reunió durante unos 45 minutos con Christian Mirza, el interlocutor que el gobierno nombró desde la llegada de los exreclusos al país.
Mirza dijo que se encontraba en buen estado y que la Cancillería informará en las próximas horas, algo que hasta el momento no ha hecho.
Diyab se fue de Uruguay a principios de julio y el 28 de ese mes se presentó en el consulado uruguayo en Venezuela para pedir ser trasladado a Turquía. Cuando se retiró de la oficina diplomática fue detenido por inteligencia policial del país caribeño.
Desde ese entonces poco se sabía de él. Lo que sí dejó claro es que no quería volver al país, lo que le valió la calificación de “desagradecido” por parte del canciller Rodolfo Nin Novoa. "Él tenía un apartamento de cuatro dormitorios que le había dado el Estado para que viniera su familia. Entonces decir que prefiere estar en Guantánamo antes que en Uruguay es de una persona muy malagradecida", dijo el ministro.
Nin Novoa dijo hoy a Montevideo Portal que Uruguay trabajará para traer a su familia. Turquía, Qatar y Líbano se negaron a recibirlo.
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