30 de septiembre de 2016 - 00:00 La situación del ex recluso de Guantánamo, Jihad Diyab, sigue sin tener una solución. El ministro de Relaciones Exteriores, Rodolfo Nin Novoa, dijo a Telenoche que "la chance" conceta que tenía para el sirio "se cayó" pero que está surgiendo otra, aunque evito dar detalles.
El sirio pide reecontrarse con su familia en algún país árabe y, si bien está agradecido a Uruguay, dijo que lo que ha hecho el gobierno "no es suficiente". Este mediodía dará una nueva conferencia de prensa para informar su situación.
Diyab aseguró, en una entrevista difundida este jueves por la cadena CNN, que Venezuela le ofreció vivir en ese país junto a su familia.
El ex recluso, quien abandonó Uruguay a fines de julio y llegó a Venezuela tras permanecer desaparecido unas semanas, aseguró que si bien en un principio las autoridades del país caribeño lo detuvieron por considerarlo "un criminal peligroso con documentos falsos" a raíz de informaciones de inteligencia proporcionadas por Uruguay, luego le dijeron "que no era un prisionero".
"El gobierno de Venezuela me respetó. Me dejaron en un lugar y me dijeron que no era un prisionero y que tenía dos soluciones: o me mandaban a un lugar para reencontrarme con mi familia o traían a mi familia a vivir en paz en Venezuela", dijo.
Sin embargo, el sirio matizó que esa propuesta cayó cuando "los gobiernos de Uruguay y Estados Unidos presionaron a Venezuela". "Por eso Venezuela me envió a Uruguay y dijeron que lamentaban no poder encontrar una solución", añadió.
"Necesito vivir una vida normal con mi familia y mis hijos: eso es parte de lo que necesito", sentenció el refugiado sobre el motivo que lo impulsa a realizar una huelga de hambre desde hace casi dos meses, con períodos de dos semanas en los que no ingirió líquidos.